XXXI

1.1K 159 35
                                    

— Todoroki, qué grata sorpresa ¿Cuál es el motivo de su visita? — el mencionado observó por encima del hombro del señor a su alrededor y con ello daba respuesta a su pregunta — su chica se encarga ahora mismo de los cuidados de mi pequeño Kouta, estará aquí enseguida, iré a llamarla

— No es necesario, permítame hacerlo por mi cuenta — accedió sin protestar, no era la primera vez ni la décima siquiera de que esto se repetía así que no era extraño para ninguno de los dos. Dicho y hecho el joven heterocromático avanzó hasta la cocina en donde se encontraba la mujer con el niño en brazos el cual lloraba. No hacía ningún ruido, pero sabía que lo hacía por los breves espasmos que su cuerpo tenía y que tampoco era algo nuevo de ver — ¿Otro regaño de su padre? — Yaoyorozu se sobresaltó al escucharlo, había estado tan atenta al menor que no se percató de su presencia.

— Acompáñame a llevarlo con la señorita Kayama y te daremos los detalles, has caído como ángel del cielo en este momento — ambos avanzaron con prisa hasta la habitación del menor donde sabía que estaría la mujer limpiando. No tuvieron que decir nada, llevaron al niño a la habitación de Izuku y lo rodearon con ropa del chico, sábanas y algunas otras pertenencias que tuviesen su aroma que pudiesen servir como un nido para el cachorro que pronto se sintió protegido cayendo de nuevo en sueño.

— Joven, ¿Ya está todo preparado? — Midnight no quería verse desesperada para evitar que el plan se fuese por la borda en caso de ser descubiertos por algún trabajador fiel al señor de la casa, pero sentía que se quedaban sin tiempo por cada segundo que transcurría con Izuku metido en la habitación de los castigos.

— Tenemos grupos de militares armados en los alrededores listos a mi señal, sólo necesito confirmar que AFO no tenga por dónde escaparse, ¿En dónde está su hijo?

— Ahora mismo siendo castigado por una supuesta imprudencia que ha cometido, por ello necesitamos actuar lo más pronto posible — habló Yaoyorozu al borde de las lágrimas. Mantener una sonrisa en una situación así para aparentar como lo había estado haciendo por tanto tiempo le era hasta doloroso.

— Comprendo la situación, en ese caso me moveré. Ustedes encárguense de avisarle a los demás de mantenerse en una habitación con ventanas, que no estén junto a ellas, pero sí que tengan mínimo una en caso de que los militares tengan que entrar por ahí para sacarlos — las chicas asintieron — yo confrontaré a AFO y veré cómo sacar al chico de esa habitación

— volveré para estar con Kouta una vez termine de avisarle a los omegas que pueda — dijo Yaoyorozu antes de avanzar con prisa a realizar lo que se le pidió. Midnight abrazó al joven antes de irse soltando en un suave quedijo un "Gracias"

Avisar a todos no fue gran problema, incluso la abuela Chiyo les había ayudado dando indicaciones de que haría una revisión de último momento en la sala del lugar donde había unas cuantas ventanas llevándose así a varios omegas con ella. Gracias a la confianza que logró obtener por los años de servicio, los guardias no vieron su acción como sospechosa.

Hisashi, tan confiado con su personal de años. Era algo de lo que se había enamorado tanto Inko en su momento, el cariño y fe que él demostraba a aquellos que lo rodeaban. Un hombre tan dedicado, que había prometido dedicarse al pueblo, traer beneficios al mismo y a su familia por el amor que en algún momento le había prometido a ella. Qué ingenua se sentía ahora, pero sospecha que incluso él se mintió a sí mismo.

Confía en que esas promesas no eran vacías, que realmente así debieron ser las cosas hasta que el poder y la corrupción lo cegaron. La primera persona que lo engañó y traicionó habría sido él mismo, solía preguntarse por las noches durante gran parte del crecimiento de su hijo si es que alguna vez ese hombre se habría arrepentido de sus decisiones.

Una vida en el campo [KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora