XXX

864 148 2
                                    

Izuku despertó después de haber dormido unos minutos, quizá una hora. No creía que podía darse el lujo de bajar por completo la guardia, no después de haber visto cómo habrían la puerta de los otros omegas para llevárselos aún dormidos o peleando por escapar a hacer quién sabe qué cosas con ellos. Algunos volvían llorando y con la ropa desarreglada, los otros simplemente no regresaban.

Viendo todo eso decidió que lo mejor era dejar a Kouta dormir junto a él por el miedo de que le hicieran lo mismo además de que el aroma de cachorro que desprendía lo relajaba demasiado. Había estado sintiéndose extraño desde hace un tiempo, quería pensar que sólo se trataba del estrés y que esto sólo aumentó una vez fue capturado.

No quería pensar en nada horrible que pudiese pasar en su estadía en el lugar, sólo ansiaba que el joven Todoroki visitara pronto la residencia para que pudiese ayudar a sacar a todos de ahí, Yaoyorozu le había comentado que no faltaba mucho, sólo debía seguir siendo fuerte. Incluso le dieron esperanzas de que ese mismo día por la tarde él llegaría.

Aunque deseaba más con todo su corazón que el que estuviese por llegar fuese Katsuki, aún había tardes en las que juraba escuchar el aullido de lobos. Motivado por su emoción y anhelo por escapar de ahí, había aullado en respuesta a través de la ventana con todas sus fuerzas sin importarle si alguno lo tomara por loco, porque no estaría equivocado. Era un demente, se sentía como uno cuando pensaba tanto en ese chico rubio cenizo.

— Hora del desayuno — anunció Yaoyorozu una vez entró a la habitación yendo directamente por el cachorro que seguía adormilado, agradecía la amabilidad del peliverde pues gracias a sus feromonas el menor había logrado descansar mejor que en todos los años viviendo en el sitio. Pues, incluso con su madre cerca, ella no podía soltar tanto su aroma — Izuku, la señorita Kayama te está buscando en el pasillo

— ¿Él llegó? — ella negó y la sonrisa que intentó mantener, flaqueó por un instante haciendo que el peliverde tuviese un mal presentimiento. Decidió sólo asentir y caminar hacia el lugar indicado. Cerca del sitio y por cada paso que daba, el aroma pesado de dos alfas chocaba en su nariz poniéndolo aún más nervioso, sobre todo con el característico olor de su padre que aún provocaba temblores en su cuerpo.

Había deseado poder hablar un poco con Midnight, pero una vez llegó a su lado ella le dedicó una sonrisa triste y un "recuerda, saldrás de aquí. Sé fuerte" antes de abrir la puerta del despacho dejando ver a los dos sujetos que lo aterraban ahora no sólo con las feromonas en el aire sino con las miradas frías que le dedicaron ni bien puso un pie en la habitación.

Se quedó quieto en la entrada, creyó que la mujer se iría tan pronto estuviese ahí, pero se quedó por un tiempo más quizá buscando darle valor.

— Adelante, Izuku. Toma asiento junto a Chisaki — el pelinegro gruñó fastidiado por seguir siendo llamado por su apellido, pero de nada servía gastar más energías corrigiendo a tan terco señor — justo estábamos hablando de ti, pequeño. En cuánto quedará la cifra, para ser más específicos

— ... ¿Cifr-? ... ngh — su garganta se cerró, su mirada cayó directamente al suelo y sus ojos se llenaron de lágrimas casi al instante de haber intentado preguntar. No podía verlo, pero sentía los ojos afilados de su progenitor encima suyo castigándolo.

— No interrumpas conversaciones de adultos, mi niño — sin dejar de verlo, prosiguió — acepto que el producto tardó más de la cuenta en ser entregado, por tanto reduciré en un 20% el precio inicial

— Sigue siendo demasiado, ¿Siquiera han comprobado que mantiene su calidad? 

— Ha sido revisado por nuestra médico de confianza, quizá la hayas visto en alguna de tus visitas, la abuela Chiyo — la recuerda, Midnight y ella habían hablado por un largo rato fuera de su habitación tras la revisión para al final decirle que ocultarían las señales de que ya tenía un alfa.

— Recovery girl, me suena más por su alias, veo que no tienes descaro en hablar de los demás por su nombre de pila, All for one — ¿All... qué?

— Estamos en confianza, dentro de estas paredes no necesitamos llamarnos por los alias, relájate — su mirada al fin dejó de perturbarlo y pudo ver de reojo al sujeto a su izquierda. Un hombre de traje elegante con curiosos detalles dorados. 

— No estaría tan seguro, pero dejemos ese tema para después. Yo aún no estoy del todo convencido de que este niño no haya sido tocado, su aroma no ayuda con eso — de nuevo los ojos de su padre sobre él, no usaba esa "mirada" pesada, pero aún podía sentir un escalofrío teniendo su atención.

— Izuku, dime ¿Has tenido alguna aventura en lo que te encontrábamos? — no sabía en qué momento había comenzado a llorar — puedes tenerme confianza, anda ¿Estuviste con alguien?

Algo dentro de él le decía que necesitaba decir la verdad o de lo contrario algo terrible sucedería, pero por otro lado su corazón gritaba mantener oculto a Kacchan, quizá sería castigado de nuevo con la mirada si era descubierto. Quería confiar en que sería rescatado pronto de ahí, sólo necesitaba mantener su secreto un poco más, ¿No?

Negó mientras mantenía su mirada a los ojos de ese tenebroso hombre. ¿Cómo podría hacer que creyera en su respuesta? No lo conocía de nada, ¿Y si mantener la mirada era detectado como una mentira? No, si quería que alguien más creyera en él, entonces debía empezar por sí mismo.

— Mamá temía que algo malo pudiese pasar si me acercaba demasiado a los alfas... — comenzó, recordando su hogar — así que me mantuvo en casa lejos de los demás por muchos años — hasta que recordó al lobo maltratado que iba a atacarlo — no tuve contacto con uno por tanto tiempo hasta hace poco — su padre lo veía, algo en él había cambiado, supuso que sólo había puesto más atención — intentó asesinarme, pero logré huir

— Oh, Shigaraki... ¿Sólo ocurrió eso? — Izuku asintió convencido — Bien... de igual forma veo que sigues sin estar convencido, veré qué tanto puedo hacer en este par de horas en lo que revisas el papeleo — se levantó y caminó a la puerta donde se detuvo por un momento — Izuku, acompáñame

El hombre salió primero cerrando las puertas, Izuku se levantó de su sitio dudoso, pero ni bien dio la intención de avanzar, Chisaki soltó un suspiro agotador y se recostó mejor en el sofá.

— Acabas de meter muy grande la pata, niño — volteó a verlo sin comprender a lo que se refería — te diría que consideres esconderte o huir de esta casa, pero después de la tercera persona a la que le recomendé eso ya no creo que sea algo efectivo. El único que se beneficia de esto seré yo al final por otro descuento que probablemente me harán dependiendo de cómo termines después de tu castigo — el sujeto también se levantó yendo en dirección a la puerta.

— ¿C-castigo? 

— Casi lo tenías, pero te ha descubierto, me refiero a tu mentira — Izuku sintió de nuevo sus lágrimas mojar sus mejillas — al menos trata de mantenerte con vida — y con ello, abandonó al chico en su lamento y ansiedad por no saber qué hacer. ¿Qué sería peor? ¿Ir con Midnight por refugio o aceptar su destino yendo con su padre? No quería moverse, no quería tomar una decisión.

Se permitió caer al suelo de rodillas llorando todo lo que podía hasta que un par de sujetos llegaron al lugar para tomarlo por los brazos decidiendo por él. Sin importar cuánto luchaba o suplicaba, nada impidió que fuese llevado a aquella habitación de los horrores donde había visto a omegas entrar y salir realmente muy mal...

O jamás volver.

Una vida en el campo [KatsuDeku]Where stories live. Discover now