Segundo Día (Maratón 4/?)

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"Cielos, justo en frente de la emperatriz" "Parece que su amor por su amante es mayor que el de la emperatriz" "Nunca bailo con la princesa" "¿La amante se volvió mas importante que ellas dos?" "Bueno, con la princesa nunca se llevaron bien" Los rumores eran cada vez mas fuerte e hirientes y aunque las burlas escondidas era para la emperatriz esta solo tomo la mano de la menor y juntas salieron del salón, el camino era silencioso y ninguna de las dos se atrevía a mirar atrás.

Leonor.

- Navier, me retiro a mi habitación -con cuidado me detuve y con un pequeño abrazo ambas tratamos de transmitir apoyo- Le deseo una buena noche su majestad.

- Igualmente su alteza -ambas hicimos una reverencia y nos separamos- Por favor, no de que esos rumores le afecten.

Solo pude sonreír de manera leve antes de seguir mi camino, desde que inicie mis tareas reales solo me había enfocado en los lazos con el pueblo y con los lazos extranjeros, seguí los consejos de la anterior emperatriz por lo que me relacione rápidamente con los reyes, emperadores y gente importante, con el pueblo pude relacionarme  de manera fácil pues amaba visitarlos, conectar con ellos pero todo esto afecto en mi relación con los nobles del imperio.

- Su majestad -me detuve y voltee para ver al dueño de la voz- ¿Se encuentra bien? ¿Necesita algo? 

- No, solo me llego un mal aire y ahora estaba por regresar al cuarto Sr.Kayden -estire mi mano hacia el para que pudiera guiarme el resto del camino- Realmente no me importa mucho mi reputación entre los nobles, les agrade o no deben inclinarse -hice una mueca apretando su agarre- Pero estoy preocupada por Navier, no creo que este tomando bien esta situación

- Ella podrá tomarlo con calma su majestad -al llegar el abrió la puerta y después de que le diera el consentimiento entro conmigo- Ahora debe preocuparse por usted, sospecho que el emperador estará ocupado con su amante y que el trabajo caerá sobre usted

- ¡Su majestad! -antes de que pudiera contestar las chicas entraron y obtuve a una Diana a mis pies emocionada- ¿Fue un buen baile? ¿Conoció a muchas personas? ¿Qué tal le fue?

- Detente señorita Diana, deja a la princesa respirar -le agradecí con una sonrisa mientras dejaba una bandeja con bocadillos- Sebastián traerá el te en unos momentos señorita, mientras preparare su ropa para que pueda cambiarse.

- Son unos ángeles pero esta vez voy a pedirles que me dejen a solas por favor -con voz cansada pude pedir tratando de demostrar cansancio- Diana, te prometo que mañana te contare todo con detalles.

Ante esto todos asintieron, cada uno de los chicos decidió dar el día por terminado y volver a sus respectivas el caballero al salir se quedo en la puerta pues tenia el turno de cuidarla de noche, el resto regreso a sus respectivas habitaciones, Alice después de ayudar a la chica a cambiarse salió despidiéndose de la menor, y ya a solas Leonor empezó a llorar, había pasado tanto tiempo fuera y conviviendo con el pueblo que nunca se paro a escuchar lo que la nobleza opinaba de ella.

No sabia como afrontar estas situaciones, no era muy buena en las reuniones de la clase social y tampoco sabia cuales eran las tendencias o chismes por lo que enterarse de que ella era el tema de conversación de aquellos que su lengua parece espada de doble filo fue un golpe de realidad, no solo era menospreciada por su hermano el emperador, también era la burla de la nobleza.

Su llanto en vez de detenerse aumento, se sentía sola en una jaula de animales salvajes pero en cuestión de segundos pudo sentir unos brazos reconfortantes que la hacían sentir segura como tantas veces en el pasado, lloro durante unos minutos mas antes de poder calmarse y agradecer al caballero que había entrado para consolarla. 

A la mañana siguiente, luego de una larga noche llegaron sus damas para poder arreglarla, casi se desmayaban al verla con los ojos rojos pero sin preguntar ni querer tocar el tema siguieron su trabajo disimulando lo rojo de su nariz y la hinchazón de sus ojos, agradecía que no tenia trabajo pendiente así que juntas pudieron salir a caminar un poco saludando algunos invitados.

- ¡Princesa mire! -la voz de Diana llamo su atención, me fije lo que trataba de decirme- La amante esta usando el regalo que usted rechazo.

- Diana cállate -Alice jalo su manga para hacerla callar- Tu voz, tus expresiones, todo refleja a la princesa y ahora estas dando una pésima representación -la voz de la chica era ruda, se podía notar cansada de la situación tan repetitiva- Discúlpate  

- Pero no hice nada malo -suspiro frustrada pero obedeció- Lo lamento su alteza.

- Si te esta molestando avísame, la llevare de regreso -todas volteamos a ver al chico que acababa de llegar- Diana, estas dejando una mala imagen del imperio del norte. 

- Saludos al feroz emperador del norte, que el sol y la luna lo guíen -todas las chicas hicieron una reverencia- Esta bien, aun esta aprendiendo pero es una buena chica su majestad -toque el cabello de la chica para calmarla- No la ponga nerviosa, es estupenda en su trabajo solo debemos ajustar el tono de su voz.

- Y también la forma de hablar junto con la discreción -la chica se había escondido tras la princesa con la mirada baja- Bueno, dejando ese tema de lado princesa, me alegro ver que a pesar de todo se encuentra bastante bien.

- Que puedo decirle, soy una muralla bastante difícil de derribar -ambos reímos y juntos empezamos a caminar- Dígame su majestad ¿Esta disfrutando de las actividades y la comida? Si algo le incomoda me asegurare de arreglarlo.

- La comida y las actividades son bastantes agradables y si existe algo que me molesta pero no creo que pueda hacer algo -antes de que pudiera refutarle siguió hablando- Dudo que el emperador le deje la tutela de su amante y la mantenga encerrada -al ver la cara de la menor se rio- Es broma, lo que si llamo mi atención fue que los hermanos del occidente anunciaron que estaban intercambiando cartas con alguien anónimo.

- ¿Cómo? -trato de aparentar una curiosidad baja pero era bastante difícil- Debe ser algo importante para ellos si lo dijeron públicamente -pude ver como Diana estaba a punto de gritar pero fue callada por la mano de Alice- Si, incluso pidieron ayuda para poder encontrarlos.

- Bueno, les deseo suerte en esta búsqueda a ambos, son dos hombres jóvenes y apuestos seguro que pronto encontraran a sus compañeros de cartas -luego ambos cambiaron de tema, la salud, el estado de sus imperios e incluso el mayor hizo una sutil propuesta que aun estaba soltero- Oh, usted es un hombre encantador y estoy segura de que pronto encontrara a una mujer que sea digna de estar junto a usted.

El mayor solo rio y pasaron a compartir varias anécdotas de sus viajes al exterior que nos dejaba sorprendidos, el ambiente era bastante agradable por lo que poco a poco varios nobles empezaron a unirse pero con la ayudo del mayor por primera vez Leo se sintió cómoda y supo llevar el ambiente de esta conversación sorprendiendo a varios del lugar.

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La hermana de SovieshuWhere stories live. Discover now