Un recorrido peculiar (Maratón 2/?)

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Luego de asegurarse que el búho se fuera Leo se apresuro a continuar con sus tareas, había recibido la noticia de que el trabajo del que antes se había librado volvió pues su querido hermano se estaba tomando los días libres para disfrutar las reuniones con los visitantes o con su amante, aunque estaba cansada no podía negarse ante esto por el bien de su pueblo, por lo que se entro de lleno hasta que su secretario llamo a su puerta.

- Disculpe su alteza -al entrar dio una gran reverencia como saludo antes de entrar por completo con un acompañante por detrás- El duque Kurtin vino a visitarla

- Su alteza, el día de hoy se ve hermosa -con un movimiento de la mano la princesa le pidió al secretario que se retirara para dejarlos solos mientras pensaba cual era el motivo de su visita- Espero no interrumpir algo importante

- No se preocupe duque -con cuidado quito la mano después de su saludo- Dígame ¿Cuál es el motivo por el que deseaba verme?

- Bueno, pensé en recorrer el castillo y me pregunte la mejor forma de hacerlo -la menor se quedo esperando a que llegara al punto- Como sabe, este lugar es tan grande que podría perderme así que viene a usted como guía.

- Si ese es el caso puedo pedirle a mi caballero que lo acompañe -Leo se dio la vuelta para volver a su escritorio- El conoce este lugar como la palma de su mano, además, estará completamente seguro si esta junto a el.

 - Espere, su alteza -el duque rápido dio la vuelta para ponerse frente a ella e impedir que lo dejara de lado- Deseo que sea usted quien me acompañe, después de todo, este es su hogar.

La pelinegra se quedo viendo al mas alto por unos minutos, su rostro y su voz eran bastante atrayente al igual que su energía juguetona, era diferente a los chicos con los que se rodea, si bien su sonrisa lo hacia ver amigable en sus ojos podía notar esa aura desafiante que invitaba a cualquiera a entrar en sus juegos, que no sabia si saldría bien para ella. Pero, aunque quisiera negarse al ver la mano del contrario extenderse a su dirección no dudo en tomarla notando cierta chispa en ellas al momento del contacto.

- Bien empecemos nuestro camino entonces -para evitar cualquier cosa empezó a caminar  unos pasos adelante, mostrándole cada lugar e incluyendo pequeñas historias- Esta fuente fue construida por mi padre -ambos jóvenes se pararon frente aquel objeto de tres niveles decoradas con flores y velas- Le llamo "La fuente de la felicidad" gracias a que pasábamos tiempo juntos aquí y el decía que eran de sus momentos mas felices. 

-Bueno, admito que eso es un acto bastante lindo y lleno de amor -el chico tomo una flor para apreciarla mas de cerca- Y estas flores reflejan su belleza con solo verlas una vez, igual que usted. 

- ¡Su alteza! -una voz bastante aguda llego a sus oídos, lastimosamente era alguien que conoce bien- Estoy feliz de encontrarla, ¿Esta en medio de un paseo? ¡La acompaño!

Antes de que la peliblanca se acercara Leonor pudo notar que su rostro era de molestia, no sabría el motivo pero si que, apenas cruzaron miradas esta la cambio por una de felicidad que no sabría decir si era verdadera o fingida. Al contrario de ella que si estaba fingiendo ser feliz por verla

- ¡Oh! ¡Hola! ¡Soy Rashta! -Leo se quedo callada mientras surgía el intercambio entre sus ahora dos compañeros- Un gusto señorita, mi nombre es Kurtin -el chico hizo una pequeña reverencia- ¡Que increíble! ¡Se parece mucho al príncipe Heinrey! ¿Es un príncipe su alteza? -la menor rodo los ojos ante su tono de voz que rozaba el punto de alegría fingida-

La hermana de SovieshuWhere stories live. Discover now