-Hola cachorro - Elio saco con desconfianza su rostro del pecho de su padre, quien, haciéndole piojitos en su cabello, lo ayudaba a que saliera de su escondite

-Hola..-Murmuro con pena, sintiendo sus mejillas calentarse, su lado grande lo hacia mas consciente de las cosas, por lo que, estar en este tipo de posición, frente a una desconocida, era algo vergonzoso

-Es un gusto conocerte - la mujer sonrió con tranquilidad, mientras se levantaba y volvía a sentarse en su silla- tus padres y tu han venido aquí, para que pueda ayudarlos, eres grandecito y se que eres capaz de entenderme, ¿cierto?- Elio, aun dudando, asintió, mirándola ahora con curiosidad desde el regazo de su papi- ya he hablado con ellos, pero, quisiera hablar contigo también, ¿te parece bien?, ¿te sientes cómodo con eso?, tu opinión vale mucho, querido, así que quiero decirte que esto es un espacio seguro, e iremos a tu paso, solo quiero ayudarte, al igual que tus papis

Elio pareció analizar sus palabras, antes de, por supuesto, mirar a sus padres, con una mirada entre dudosa y curiosa

-¿mami? ¿papi? - el menor los miro, intentando obtener una respuesta por parte de ellos y así, estar entre aceptar o negar la propuesta de la mujer

-Di lo que sientes, mi amor - su papi le sonrió con amor, dejándole un beso en su mejilla, que hizo que Elio soltara un suspiro

-Tu tienes que decidir, mon soleil, mami y papi te apoyaran en lo que decidas, ¿esta bien? - Ian acaricio su mejilla con cariño, demostrándole total confianza y sinceridad en sus palabras

-¿Estarán conmigo?- el cachorro cuestiono con miedo, aferrándose a la camisa de su padre, la idea de separarse de ellos hacia que automáticamente un sentido de alerta lo llenara y por ende, lo asustara. Realmente le aterraba, su pecho se apretaba y podía sentir a Milo inquietarse de tan solo pensar en eso

-Estaremos afuera, cariño - Bastián contesto con suavidad, intentando calmarlo al ver el rostro de su pequeño angelito- no nada de que preocuparse, cuando termines de conversar con la doctora, nos iremos y comeremos un delicioso postre de coco, ¿Qué te parece?

-¿Un helado? 

-Un delicioso helado para un hermoso y obediente cachorrito - Ian asintió, juntando su nariz con la de su pequeño, quien, medio sonriendo, asintió, con algo mas de confianza en el y en su entorno

Si sus padres decían que estaba bien, era porque realmente no había necesidad de temer

-Eres muy valiente, cariño - la doctora West lo alago, mientras sonreía y se paraba- tus padres estarán esperándote, mientras tanto, ¿te importaría sentarte conmigo ahí? - apunto al pequeño espacio lleno de juguetes y colores, y en medio de eso, una bonita mesa de arcoíris y dos sillas de plástico frente a frente- podemos estar mas cómodos, ¿te gustaría?

Elio miro el sitio por un lugar, incluso, podía sentir a Milo olfateándolo, por lo que, al no sentir nada peligroso, asintió aun tímido, esperando a que su papi lo bajara de su regazo e ir con la mujer hacia el bonito espacio infantil 

-Estaremos esperándote, ¿de acuerdo mi amor? - Elio asintió hacia las palabras de su madre, aun algo tímido, pero sacando valentía para hacerlo. El cachorro sonrió, solo cuando escucho el empalagoso beso de su mami en su mejilla- te amo, mi niño

-Si quieres salir, hazlo mi amor, lo entenderemos y de todas formas estaremos orgullosos de ti, papi te ama, pequeño munchy 

-Si quieres salir, hazlo mi amor, lo entenderemos y de todas formas estaremos orgullosos de ti, papi te ama, pequeño munchy 

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Cachorrito Perdido - ABDLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora