Reposo.

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– Pero tía — se queja Rafa acostando la cabeza sobre sus piernas

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– Pero tía — se queja Rafa acostando la cabeza sobre sus piernas

– ¿Y ahora qué?

– ¿Podemos almorzar pizza? — gira la cabecita para que viera su sonrisa

– ¿Tu mamá les deja almorzar pizza entre semana?

– Si

– Que mentiroso — ríe negando — Igual al padre, no cabe duda

– Pero tía no es mentira, mami si nos deja

– Les deja cuando es una ocasión especial

– Pero hoy podemos, andale tía — se endereza sacudiendola por el brazo — Estoy triste

– ¿Por qué?

– Porque mis papis no están

– ¿Y la pizza va a quitarte la tristeza acaso? — vuelve a reír

– Si

– Preguntaselos, tus papás deben estar llegando en dentro de unos minutos

–¿Mami y papi ya vienen?

– Pues claro, les dije que llegarían pronto, sólo tuvieron que pasar la noche allá porque tu mami se sintió mal

– Pero si mami esta enferma no podremos comer pizza

– Ay pues que lastima, tocara comer lo que Delia preparé

– Nooo — apoya la frente en su hombro — Tía

– Rafa, no había posibilidad de que comas pizza hoy, sabes que a tus papás no les justa que coman mal, ustedes están creciendo y necesitan alimentarse bien, cuando sea fin de semana le preguntas si pueden comer pizza

– Pero tía

– No, no, no, nada de tía, no quiero que tus papás se enojen conmigo





El pequeño nuevamente recostó la cabeza sobre sus piernas fingiendo llorar, no era la primera vez que a Lucrecia le tocaba lidiar con una escena de estas, sabía que Rafa tenía esa maña de querer hacer berrinche de vez en cuando y la verdad es que esto funcionaba con Inés pero a ella, sólo le causaba risa. Intento ser una tía comprensiva y le dio unas palmaditas en la espalda pero al final se terminó riendo haciendo que Rafa se enojara con ella y el berrinche creciera de nivel, lo bueno es que sus papás acababan de cruzar la puerta.





– ¿Qué pasa? ¿Por qué llora?

– ¡Hola! Es un berrinche nada más ¿Cómo te sientes?

– Un poco mejor... Rafa, mi amor ¿Por qué lloras? — suelta el brazo de Esteban

– Linda, no lo vayas a cargar, recuerda que no puedes hacer esfuerzo

– ¡Mami! — solloza bajándose del sofá para ir en su dirección

Etéreo Where stories live. Discover now