Etéreo

¡Pretty Woman!.

– ¿Y que vas hacer ahora que es tu última semana de práctica? — indaga sirviendole el café

– Concentrarme en mi tesis abuela, gracias — le coloca dos cucharadas de azúcar

– ¿Y el dinero de donde lo sacas?

– Abue me pagarán por estas dos semanas trabajando en la oficina y en mis ratos libres iré al restaurante como siempre

– ¿Pero a hacer qué? Linda el restaurante no es para ti, no te mataste estudiando para andar en... ¿Qué te hacen hacer allí?

– Asistente de cocina y repostería

– Bueno pero deberías de dedicarte a lo que estudiaste dulce

– Y lo haré — sonríe — Abuela, tranquila, sólo estoy esperando a graduarme para meterme de lleno en mi profesión

– ¿No podrías sugerir a tus jefes que te den un puesto en ese Bufete de abogados?

– Abuela, no puedo hacer eso

– ¿Y por qué no? Te estuvieron dando el trabajo pesado de dos practicantes, atendiste un caso tú solita, deberían de darte un puesto ya

– Abuela así no funcionan las cosas — ríe

– Escucha a nuestra nieta — interviene sentándose en la mesa — Ella es inteligente, trabajadora y muy bonita, conseguirá un puesto bien rápido ni bien le den ese pedazo de papel

– Yo sé que sí pero me gustaría que tenga un lugar asegurado de una vez, así nosotros podemos regresar tranquilos a la hacienda — se sienta luego de servirle café a su marido — Dulce... promete que si necesitas ayuda, con lo que sea, nos lo vas a decir

– Lo prometo pero también tienen que prometer no seguir tratandome como una niñita, puedo resolver cualquier problema que aparezca

– Nosotros lo sabemos pero eres nuestra princesa — hablo Don Paco — Siempre nos vamos a preocupar por ti, en especial tu abuela porque ya la conoces como es

– ¡Por supuesto que me voy a preocupar por ella! Los jóvenes de hoy en día creen que pueden hacerlo todo solos ¡La familia existe para ayudarse!

– Abuela, vamos a desayunar tranquilos, todavía me quedan unos días en el Bufete, empecemos a "preocuparnos" cuando se termine mi practica

– Marcia tiene razón — concordo — Además es muy temprano para que te pongas a abrumar a la niña Auria

– Abrumada estoy yo pero de lo despreocupados que son ustedes dos, que barbaridad — se sienta

– Ella se abruma hasta por los árboles que pierden sus hojas en el otoño

Aquel comentario inicio una de esas discusiones bobas entre esposos, Marcia sólo podía reír de las ocurrencias de ambos mientras terminaba de desayunar, para cuando los dos volvieron a sellar la santa paz, Marcia plantaba besos sobre sus mejillas en forma de despedida, no es como si estuviera atrasada para el trabajo pero le gustaba estar un rato antes para poder organizarse sin que nadie la estuviera apurando.