Capítulo 35

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"Evan era encantador... cuando se lo proponía". Fue lo que pensó Marianne después de la primera vez que lo vio en el consejo técnico.

En su vida pasada, Marianne había visto a Evan ser cautivador en infinidad de oportunidades desde nuevas amistades hasta contactos de negocios. Tenía esa sonrisa con la que podía conquistar hasta a la persona más renuente y desde luego su mirada te hacía su cómplice.

A pesar de que Marianne se había desensibilizado de su personalidad tan atrayente, ese día no pudo más que recordar a su yo adolescente de la otra vida. Era evidente que ante los encantos de Evan era imposible que hubiese resistido.

Durante la reunión que tuvo Marianne con Evan, éste fue sencillamente adorable, insistiendo en la importancia de la ayuda de Marianne, agradeciendo a nombre del consejo, brindando su apoyo.

Sencillamente irresistible para cualquier persona. Sin embargo, Marianne sabía cómo era en realidad o mejor dicho cómo había sido Evan con una mujer a la que no amaba.

Marianne decidió mostrarse participativa, más no entusiasta. La tarea era principalmente de logística y de ayudar a Evan a realizar el seguimiento del anuario, ya que los demás miembros del consejo estaban con actividades encaminadas a la graduación de los alumnos de tercer grado.

Marianne también pensó que su suerte era demasiado extraña, pues a pocos meses de salir, se había visto envuelta en esta actividad que había tratado de evitar.

Ya por la tarde en la comodidad de su casa, Marianne no pudo dejar de pensar que en la hora en la que estuvo en la sala del consejo técnico Aira no había estado presente. Sin embargo, fue un pensamiento que pasó rápidamente y al cual no le dio importancia al pensar que había habido otros miembros del consejo entrando y saliendo de la sala.

Ardiente pasión o la villana decide ser felizWhere stories live. Discover now