Capítulo 27

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Vladimir era el primógenito de los Ivanov. A pesar de contar con 23 años y ser joven en los estándares del mundo moderno, era todo un estratega, lo cual le había permitido involucrarse en los negocios familiares desde una temprana edad.

Para una familia en el poder, era imprescindible que Vladimir tuviera todos los contactos e información posible, para que al heredar los negocios llevase una ventaja sobre sus competidores.

Siendo tres años mayor que Dimitri, Vladimir siempre se había preocupado por su hermano menor. Y no, no se preocupaba porque le arrebatará su posición, ya que Dimitri era respetuoso y entendía su papel en la familia. Así que Vladimir se preocupaba genuinamente por su hermano.

Vladimir y Dimitri eran las dos caras de la moneda para la familia Ivanov. El orden de nacimiento había marcado la dirección de la vida de ambos, mientras el mayor se concentraría en tomar el control de los negocios, el segundo aseguraría la línea sucesoria. El padre de ambos les había explicado desde que eran muy jóvenes que para sobresalir era importante conservar el status quo y el rol que les tocaba, así que en esta etapa Vladimir dedicaba su esfuerzo en consolidar su posición, mientras que Dimitri aseguraría la descendencia.

Vladimir comprendía que, en el futuro, una vez que su posición estuviese cimentada, podría darse el lujo de casarse, pero ahora no era el momento. Así que el papel de Dimitri sería el de asegurar herederos directos.

Sergei e Irina, los padres de Vladimir y Dimitri, habían seleccionado a Marianne como futura esposa de Dimitri de entre más de una decena de señoritas que habían previamente investigado. Y habían visto en ella el potencial de ser una buena madre de los futuros herederos de la familia, alegremente desde el compromiso de Dimitri y Marianne, Sergei e Irina había observado que Marianne efectivamente se comportaba con decoro, lo cual les agradaba.

Para los Ivanove, los Dubois eran una familia sin escándalos, aunque económicamente estaban muy por debajo de los Ivanov, tenían una posición desahogada. En la investigación que habían hecho sobre Marianne habían descubierto que, a pesar de que le faltaba pulirse para estar al nivel de Irina, poseía un rasgo vital, Marianne era adaptable y podría integrarse al modo de vida de los Ivanov. A diferencia de las otras candidatas que consideraron, Marianne había sido la única en la que pudieron ver ese potencial, por lo cual se decidieron por ella.

Desde luego, Sergei e Irina sabían que podían haber buscado una chica incluso más guapa, con mejor abolengo o con una fortuna mayor, pero lo que más les importaba era que una vez que se casara con Dimitri se adaptara a la familia. Así que acordaron el matrimonio desde que ella cumplió los 15 años, ya que era preferible observar la conducta de Marianne durante la adolescencia. Para los Ivanov, esos años de adolescencia mientras Dimitri y ella estaban sin contacto eran una prueba para Marianne. Dimitri y Marianne se casarían solo si ella mantenía una postura intachable.

Entre los Ivanov, el matrimonio y los negocios eran casi lo mismo, así que Vladimir fue el primero en mostrarse interesado en la conducta de su futura cuñada.

Después de dos años y medio de que se concertó el matrimonio, Vladimir estaba gratamente sorprendido de ver que Marianne se comportaba adecuadamente. Todos los informes que recibían de forma mensual mostraban que Marianne socializaba correctamente, ya que mantenía una buena relación con sus pares sin ser demasiado familiar. Las relaciones de Marianne con sus compañeros hombres eran corteses pero distantes.

Vladimir estaba satisfecho con lo que observaba en Marianne y sabía que sus padres también veían con buenos ojos a su futura nuera.

Sin embargo, Vladimir no dejaría de preocuparse hasta que Dimitri pudiese casarse con Marianne. Probablemente nadie conocía a Dimitri mejor que él y por eso sabía que su hermano, a pesar de mostrarse frío con Marianne, esperaba el momento de casarse con ella.

Mientras observaba a su hermano al lado de Marianne durante la reunión que tuvieron ambas familias, Vladimir pensó en la promesa que le hizo a Dimitri antes del compromiso con Marianne.

"Dimitri, cuando llegue el momento yo apoyaré tu decisión de casarte o no con ella." En aquella tarde, Vladimir había visto que su hermano no estaba convencido de casarse con una extraña, por lo que había hecho esa promesa. Sin embargo, con el paso del tiempo, Vladimir había presenciado un cambio de actitud en su hermano hacia Marianne, el cual se había originado por la comunicación de Marianne, quien mantenia correspondencia con su hermano. Aunque Dimitri contestaba de forma breve, Vladimir había presenciado gradualmente el interés de Dimitri por su prometida.

Por el momento, Vladimir continuaría observando cuidadosamente a Marianne y haciendo lo necesario para asegurar el futuro que Dimitri deseaba.


Ardiente pasión o la villana decide ser felizDove le storie prendono vita. Scoprilo ora