Capítulo 11

1.6K 124 3
                                    


Marianne sintió que la cabeza le iba a estallar. Llevaba un par de semanas en Francia, a donde había ido para alejarse de Evan, de sus hijos, de todo su círculo social, ya que todos pensaban que estaba conspirando de alguna forma para evitar que Evan fuese feliz.

Ni siquiera se podía librar de todo ese drama estando en otro continente y con los papeles ya firmados del divorcio.

Sin embargo, Marianne sentía que su corazón se había roto esa mañana. Por medio de su hermano Aldo, Marianne se había enterado que Aira había firmemente rechazado a Evan, al punto de pedirle que se alejara de su vida.

En su imaginación, Evan había elaborado un plan malévolo donde ella, Marianne, había logrado convencer a Aira de rechazarlo. "¿Cómo si alguna vez Marianne hubiese hecho algo tan bajo como recurrir a una amenaza?"

Marianne sabía cómo era Evan y, hasta cierto punto, podía entender que pensase algo así, ya que, a pesar de haber estado casado por años, Evan nunca había intentado comprenderla.

Pero el corazón de Marianne se desgarró cuando Julien y Liz, sus hijos, le marcaron para pedirle que dejara de molestar a su padre, que le dejara ser feliz. Una llamada donde cada palabra parecía un daga al corazón. Marianne había amado a esos niños y los había cuidado a tal grado que nunca dejó que su pésima relación con Eván empañara la infancia de sus hijos.

Y ahora, Marianne recibía nuevamente el rechazo de esos niños.Una vida dedicada a esa familia y solo recibía ataques.

Mientras conducía, las lágrimas rodaban por sus ojos. "¿De qué había servido su vida si ni siquiera sus hijos la habían amado?" En ese momento, Marianne pensó que solo sus padres y hermano la habían querido.

Eran los únicos que durante todo el tiempo habían creído en ella. Era una lástima que la situación financiera de su familia hubiese sido tan crítica.

Estos pensamientos giraban una y otra vez por su cabeza sin parar. "Si tan solo pudiera regresar." - Pensó Marianne, al tiempo que un tráiler chocaba contra su auto.

El ruido del choque, el olor a sangre y a gasolina, y un dolor profundo fueron las últimas sensaciones de las que estuvo consciente.


Nota: ¿Esperaban este accidente? Dejen les digo que esta historia está a punto de dar un giro.

Ardiente pasión o la villana decide ser felizWhere stories live. Discover now