•𝐒𝐎𝐋𝐎 𝐑𝐄𝐒𝐈𝐒𝐓𝐄• || CARL GRIMES || [TWD]

CAPÍTULO 36

Los Grimes también
lastiman

Carl

Al ver llegar a los demás desde la calle externa mi cuerpo toma un impulso casi paranormal para bajar de la base corriendo ordenando apresurado que abran las puertas permitiendo el paso de la carreta. Me limpio el sudor de la frente con la mano ansioso por ver a ese trío sano y a salvo tal y como los guardias de Hilltop nos notificaron.

Al primero que veo es a Siddiq, luego a PJ, Michonne, Eugene, Aaron y hasta al último a Rosita, pero nunca a Jennette ni a Celeste. Me acerco a la latina apresurado dejando en visto el saludo de mi amigo moreno, inspecciono su estado, baja por sí sola rechazando la ayuda de Aaron, incluso por las noticias que nos dieron no se ve como si hubiera tenido un percance grave en su salida, se ve igual a como se fue, excepto con una ropa diferente que seguramente se la prestaron en Hilltop.
    
—¿Cómo estás? Nos avisaron lo que pasó— me dirijo a la latina alarmante, desesperado en tener algo más de información.
    
—Estoy bien, chico— palmea mi hombro acompañado de una sonrisa amistosa, desvío la atención a sus pies, me da un apretón algo fuerte.

—¿Dónde está Jennette?— casi escupo por la angustia que no puedo manejar.

Todas las miradas van dirigidas a mí pasmados ¿Acaso lo grité? Si fue así, espero que alguien de ellos me responda. Rosita se ríe bajo llamando mi atención dando un segundo apretón en la misma área.

—Ella también está bien. Se quedó en Hilltop porque hay un asunto que atender.

Arrugo el entrecejo no solo porque los rayos del sol que parecen las mismas flamas me están quemando el rostro, sino porque me surge la duda existencial de ¿Qué asunto puede tener Jennette en Hilltop como para tener la necesidad de quedarse? Gohan sabrá de esto y no le gustará nada.
    
—¿Qué asunto?

Michonne me lanza una mirada atenta desde la distancia hacia mi pómulo. Tardo en recordar que tengo un golpe ahí mismo y ya es tarde para ocultarlo, tensa sus rasgos dándole las riendas del caballo a un habitante que se acerca para la atención de los animales.
    
—Reúne al consejo— mi amiga le dice a Nora que también está atenta a todo esto, nunca me di cuenta de cuándo llegó. Rasco mi nuca frustrado al no tener respuesta todavía —Tenemos que hablar de algo serio.

Rosita ya está caminando por la calle. Quizás no quiere saber nada de eso. En la primera casa principal se encuentra con Gabriel, es recibida por un cálido abrazo de su pareja y prosigue su camino hasta doblar la esquina. Regreso ver a los demás que descargan la carreta.
    
—¿Alguien me puede decir qué ocurre?— la desesperación saca lo peor de mí, una actitud de irritación que mi propia hermana me ha dicho que no le gusta.

Siddiq y Aaron se regresan a ver sin ganas, sacudo las manos como si así pudiera conseguir información más rápido.
    
—Jesus murió— Aaron me informa triste, con una voz bastante apagada que apenas puedo escucharla del otro lado del transporte —Un hombre lo mató. Es de lo que queremos hablar.
    
—Y de más cosas— Siddiq agrega sin ver a mis amigos, lo que sí sé, es que ese algo más es lo que remata la atención del resto.

Paso mi mano por la base de madera lisa. Proceso la noticia. Jesus está muerto. Nuestro amigo está muerto. Entonces, ¿quién se quedó a cargo de Hilltop? ¿Jennette se quedó por eso? ¿Planea quedarse allá hasta que esa comunidad tenga otro u otra líder fijo? Entre más pienso más preguntas vienen a mi cabeza considerando los recientes hechos entre ella y yo, después en la amistad que forjó con ese hombre.

Jesus fue tan bueno con ella, le regalaba música, discos de vinilo, casete's y cd's. Trató desde mucho tiempo conseguirle la discografía de Di-dincy y sobre todo, darle buena música para que se olvidara de las dichosas y desagradables canciones de los 00's.