CAPÍTULO 23

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Susurros

Jennette

Melody y yo entramos a la iglesia tomadas de la mano buscando un lugar adecuado entre toda la gente reunida para presenciar el cuestionario de rutina de los temporalmente moradores. Cuatro de ellos ya están de pie frente a la mesa larga del concejo observando a sus alrededores con detenimiento en espera de una desición final, entre ellos, observo a Carl sentado del otro lado de la mesa conversando con Siddiq y Gabriel que aparentemente anotan algunas cosas en ese cuaderno de planeación.

Me muevo por la orilla del grande lugar  buscando asientos disponibles para mi amiga y yo. Judith está sentada en una silla hasta la esquina del salón con la espalda bastante derecha y en silencio. No me sorprende en absoluto su presencia. Sé que le intriga demasiado esto y lo qué decidan de las personas. Empieza a llamarle la atención las cosas que la rodean que no sean solo cosas de niños, empieza a entender mucho mejor su entorno y los riesgos que vienen acompañados. Lo que hizo ayer fácilmente lo pudo haber hecho mi yo de hace muchos años.

Melody toma el control de la guía. En cuanto estoy por ir con la pequeña Grimes, la pelirroja no duda ni un segundo en regresar hasta atrás del lugar para no tener que soportar la mirada de su madre mientras el interrogatorio dure, una inquietud se siente al apretón cálido que emplea en mí. No tengo de otra que dejarme llevar hasta la penúltima banca sin decir una sola palabra. Alzo la mirada, noto que es difícil ver a Carl desde mi lugar, es decir, a los miembros del concejo y aquel grupo que será interrogado.

Las mesas están recorridas de costado para abrir paso a las sillas y bancas solamente. El resto de los habitantes terminan por llegar al pasar los pocos minutos. En ese lapso de tiempo, también el sol aprovecha para alumbrar cada vez más las entradas ofreciendo total iluminación a los rincones. Se remarca una mañana bastante agradable y cálida.

Mi papá se encuentra en primera fila teniendo al concejo más cerca que las otras personas, todo esto para estudiar los movimientos de los sobrevivientes con mejor precisión.

Desvío mi mirada a Chelín que ha tomado lugar a lado de Gabriel con las manos juntas y muy recta de espalda, no hace contacto con el espaldero de madera desgastado, ahora mismo maneja una seriedad con el fin de dar la imagen poco amigable si a uno de ellos se le ocurre decir algo equivocado. Se lo está tomando muy en serio hoy en día, sin embargo, ella y Siddiq son los más gentiles de ese grupo de dominio. 
    
—¡Comencemos!— da inicio Carl con la voz autoritaria para que las personas guarden silencio.

Así sucede. Lo único que queda en el aire es el ruido del molino allá afuera y algunos pájaros mañaneros, rápidamente también la tensión se esparce como espíritu en vano esperando introducción.

No puedo evitar formar una sonrisa divertida al verlo totalmente serio igual que el resto del concejo, se me borra más rápido de lo que dura cuando Melody me regresa ver inquieta. Intento esconder algo que siento.

Es muy común ver a esa chico de esa manera. La gente ya no se sorprende cuando se encuentra a Carl con esa expresión todos los días. Es difícil descifrar si ocurre algo o no, si está enojado o no, si está bien o no. Ahora lo entiendo, estas dos semanas se me ha permitido ver lo que antes no podía porque tenía la oportunidad de hablar con él y saber cómo se siente en cada situación y momento. Ahora solo me toca suponer o adivinar.

Paso mis manos por encima de la tela de mezclilla dando mi mayor esfuerzo para no perderme en ese chico castaño con mirada azulada, entonces mis ojos viajan Michonne que no la he visto decir ni una sola palabra desde que llegué. Sus ojos cafés oscuros perforan hasta el alma de la chica de pelo revuelto.
   
—Ustedes entenderán el motivo de esta reunión— inicia Gabriel. No hace falta que levante la voz, hasta atrás se escucha con claridad cada una de sus palabras. Suerte que los niños no están jugando en el parque tan temprano como otros días —Tenía tiempo que no veíamos caras nuevas y es necesario tener precaución. Somos una comunidad justa de gente buena y decente, pero no débiles y eso no va a cambiar hoy.
   
Gente justa, repito en mi cabeza rechazando tal característica escuchada  hasta el último rincón del salón. Blanqueo la mirada con ironía, por destino, mis ojos caen en Celeste que apenas viene llegando amarrándose el pelo en una coleta alta. Al parecer se ha levantado tarde. Tuvo la oportunidad de faltar a esta reunión, pero no lo hizo. Quizás por Laura.

•𝐒𝐎𝐋𝐎 𝐑𝐄𝐒𝐈𝐒𝐓𝐄• || CARL GRIMES || [TWD]                             Where stories live. Discover now