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Al final no reprobé ni álgebra ni biología, todo bien por ahora.

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El sábado, Osamu se puso un traje blanco y una corbata con una camisa, ambas cafés. Se veía bastante bien en esa vestimenta, porque fue diseñada para él en específico. Lo hizo Shibusawa, un amigo de Fyodor. Tenía ya algunos años, porque lo usó para su primera entrevista, pero todavía le quedaba perfecto.

Llegó a su antigua casa, donde de adolescente solo pensaba en salir de allí.

—¡Hermanito! —salió a recibirle Elise. La chica llevaba un ostentoso vestido rosa.

—¡Hola, Elise! —saludó Dazai con una amplia sonrisa—. ¡Feliz cumpleaños! ¡Para ti!

Le extendió la caja que llevaba, forrada con papel rojo y también le entregó un ramo de flores.

—¡Buenas tardes, Osamu! —saludó Ougai contento de que su hijo hubiese asistido a la celebración—. Pasa al jardín, allí están todos.

El menor asintió sonriente.

Llegó al jardín. ¡Alguien hubiera fotografiado la cara de Dazai cuando vio a Atsushi ahí! ¡Ese chico estaba hasta en la sopa!

—¡Atsushi! —exclamó.

—Hola —saludó el nombrado sonriendo con timidez.

El joven iba vestido de negro en su totalidad, pero la camisa que se visualizaba debajo del chaleco de traje era de una tonalidad un poco más clara. Además de unos zapatos formales.

—¿Eres mesero Atsushi? —preguntó Dazai.

Atsushi no se ofendió, pues ya se imaginaba que Osamu estaría sorprendido de verlo allí, así que explicó:

—No. Tu padre es amigo del mío y lo invitó a venir.

—¿Vino Chuuya?

—Él no pudo asistir.

—¿Por qué?

Atsushi sintió una pequeña gota de tristeza al ver que quien le importaba era su hermano. Así que mintió un poco para que Osamu dejara de pensar en Chuuya:

—No quiso venir. Tuvo flojera.

En realidad, a Chuuya le habría encantado ir, pero asuntos importantes lo reclamaban en el trabajo.

—Ya veo. Incluso así, me alegra que hayas venido tú —le sonrió al peliblanco—. Si gustas podemos sentarnos juntos.

—¡Claro! Me encantaría.

Atsushi condujo a Dazai hacia donde él había estado sentado. El castaño tomó asiento junto a él.

—¿Cómo te ha ido, Atsushi? Perdón porque casi no hemos hablado, pero se me juntan muchas actividades por realizar.

—No te preocupes, me ha pasado igual ahora que estamos en época de exámenes.

—Mucha suerte en tus próximas pruebas.

Osamu guardó silencio unos segundos mientras vio como Elise estaba subiéndose al inflable, donde también estaban otros invitados conocidos.

—Muchas gracias. ¿Tú cómo has estado?

—Trabajando mucho en una novela. Ya la tengo escrita, solo estoy haciendo algunas correcciones.

—La esperaré con ansias.

BANCA, PAJARRACO Y BOMBONES [DAZATSU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora