Capítulo 19: El Cumpleaños

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–Descansa en paz profesor... mhm como era? Durk? –Dijo Tarsker mientras contemplaba el cadaver del hombre al que acaba de asesinar.

–Kirk. –dijo Lucio mientras miraba al reloj preocupado.

–Está bien. El objetivo es ese alumno, como era... esto, Trawrton? –Lucio miró a su padre con el ceño fruncido.

–Shawn, Shawn Delabour. –Suspiró Lucio mientras su padre se reía.

–Está bien. Dijiste que estarían en el comedor de la segunda planta no? –preguntó Tarsker mientras se levantaba tras sus oracciones a su señor.

–Así es.

–Y donde estamos ahora? –dijo el padre encogido de hombros.

–Dios mio. En el comedor de la primera planta! –Suspiró Lucio mientras le miraba con una mirada asesina.

–Bueno pues vayamos hacia el comedor no? –Dijo Tarsker.

–Eso llevo intentando decirte. –Lucio no podía mas. –Vamonos ya. No queda mucho tiempo. –Dijo mientras empezaba a caminar hacia su objetivo. –Aquí somos seis personas de este bando. Shawn y los alumnos de mi clase saben que él es el objetivo. Puede ser que decidan no ir al comedor. Por eso papá ordena a dos hombres que busquen a los alrededores del centro para que no pueda esconderse.

–Está bien. Vosotros dos largaros a por el enano. Nosotros nos vamos al comedor. Si lo encontrais ya sabeis que hacer. –Ordenó Tarsker mientras los enemigos empezaban su plan.

Lucio estaba muy determinado a cumplir con la misión. Pero su rostro ocultaba una tristeza amarga mientras caminaba por los pasillos...

10 años antes...
Reino de Geminis, Locktown

–¿Papá me puedes ayudar con los ejercicios? –preguntó el joven Lucio quien acaba de cumplir los 5 años. Era un niño sonriente y trabajador. Hoy era su cumpleaños pero el seguía estudiando los deberes que le había encomendado su tutora.

–Hijo, hoy es tu cumpleaños. Hoy es día de fiesta, deja los ejercicios anda. –dijo Tarsker mientras le dedicaba a su hijo una gran sonrisa.

–Pero si no me esfuerzo no podré ayudaros cuando crezca. –Dijo el niño con una mirada triste.

–Pero hijo. Tu no tienes que ayudarnos. –Tarsker le miró a su hijo confuso.

–¡Si tengo! Tengo que ganar dinero para ayudaros a pagar la casa. –Dijo el joven triste.

–Pero Lucio, ese el trabajo de los padres. Tú sólo tienes que ser feliz. Nosotros ya nos encargamos de todo. Eres un niño muy bueno. –Dijo Tarsker mientras abrazaba a su hijo.

De repente entró una mujer por la puerta de casa y entró al salón donde estaban Lucio y su padre.

–¿Pero Lucio, se puede saber qué haces? –Dijo la mujer sorprendida. –Hoy es tu cumpleaños deja eso que hay que celebrarlo. –La mujer le sonrió.

–Cariño, eso le estaba diciendo yo. Pero hemos criado a un niño demasiado bueno. –Dijo Tarsker con una sonrisa.

–¡Que no, que tengo que ayudaros! –Gritó Lucio dando un salto enfadado.

–Anda hijo mío, deja eso que tenemos una sorpresa para ti. ¡VAMOS! –La madre le tendió la mano a su hijo para que le acompañe mientras Tarsker sonreía. Lucio agarró la mano de su madre y la familia entera salió de casa.

–¿A donde vamos mamá? –preguntó Lucio sorprendido mientras ambos padres sonreían.

–Pronto lo verás Lucio. –Su madre le dedicó una sonrisa inocente. La familia siguió caminando y llegaron a un edificio mientras Lucio tenía los ojos tapados e iba colgando de los hombros de su padre.

El Renacer del Fénix Where stories live. Discover now