Capítulo 4: Un Muro de Tierra

109 6 10
                                    

Todos los alumnos de la clase primero C habían ido a los vestuarios para prepararse. La primera clase práctica iba a comenzar.

– Esto no está nada mal. –Dijo Tom mientras se miraba al espejo. Se había puesto el uniforme de entrenamiento de Yellowstone. Era una camiseta de lana con una chaqueta y unos pantalones de malla muy elásticos. Todos sus compañeros tenían el mismo uniforme.

– Si, bastante bueno. Me siento súper elástico. – Dijo Brandon con una sonrisa.

– ¿Como creeréis que será, lo domináremos rápido? – Preguntó otro alumno que se acercó a Tom y Brandon.

– ¡Por supuesto! –Exclamó Tom dando saltos de entusiasmo. – Todos lo conseguiremos. ¿Tu como te llamas? –preguntó Tom al ver a su compañero acercarse.

– Ah, soy Lucio. Encantado, ¿vosotros sois Tom y Brandon cierto? –preguntó con una sonrisa desdentada. Tom y Brandon asintieron con otra sonrisa.

– Tu eres el extranjero del reino de Geminis. Me acuerdo de la presentación con el profesor Rocks. –Pronunció Brandon.

–Así es. –respondió Lucio tímidamente.

– No lo conseguiréis. –interrumpió una voz fría y ronca a las espaldas de Tom. Esté se giró y le vio. Era Kenny, ese alumno misterioso. Su mirada asustaba hasta más que su voz. Tom y sus compañeros se estremecieron.

– ¿A que te refieres, Kenny? –preguntó Tom dando un paso al frente. Kenny se había colocado ya frente a Tom.

– Pues muy sencillo. No todos las personas en el mundo pueden ser magos. Es la selección natural. –respondió Kenny mirando a sus compañeros. El joven tenía el pelo fino y largo de un color tan rojo como el fuego. – Tan sólo hay unos pocos elegidos con la capacidad de obtener la grandeza. ¿Tu eras el que dijo qué ibas a ser el mago más grande de todos los tiempos no?

–Y lo seré. –Contestó Tom desafiante.

–Primero tendrás que superarme a mi. – Kenny se dio vuelta atrás y salió de los vestuarios.

–Dios, que miedo da ese tío. –Dijo Brandon temblando en las piernas.

–Ni que lo digas. –Lucio también parecía asustado.

–¿Pero quién se cree ese tío? – pronunció Tom estremecido.

„No puedo perder" Tom pensó convencido de si mismo.

El resto de alumnos de la clase 1C salieron de los vestuarios y se fueron a los campos de entrenamiento donde les esperaba el profesor Rocks.

–Llegáis tarde. –pronunció Rocks mirando el reloj. –Os dije 5 minutos... Han pasado seis. –la mirada de Rocks penetraba a todos los alumnos.

–¡Pero si solo ha sido un minuto! –Se exclamaron susurros de todos los alumnos.

–¡SILENCIO! –Gritó Rocks a su clase desatado. Todos los alumnos se quedaron completamente en absoluto silencio. –Ahora que estáis todos aquí, vais a practicar los cuatro elementos. Empezaréis por la tierra, después el aire, el agua y finalmente el fuego. Tenéis una hora entera para trabajar en solitario antes de la prueba.

–¿Prueba? –Preguntó Kate sorprendida.

–Así es. Lo explicaré después, pero primero tengo que enseñaros como podéis manifestar los elementos de forma práctica. Antes habéis aprendido la teoría, ahora viene la práctica. –Dijo Rocks mientras alzaba su mano. – El punto más importante es entender como funciona la magia. En nuestro interior fluye un energía llamada aura. Todos habréis ido hablar de él. El aura es la fuente de la magia. Hay muchos de tipos de aura, pero dejaremos eso para una clase teórica. Lo que tenéis que entender es que a través del aura podéis crear diferentes técnicas y habilidades mágicas como los cuatro elementos. –Rocks seguía hablando mientras todos los alumnos escuchaban.

El Renacer del Fénix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora