¿Existen los finales felices? -DBZ Fanfiction-

Capítulo 21: Una noche divertida.

-Tengo que trabajar Koron- respondió volviendo su vista al papeleo -Ve a entrenar sola.

-¿Por qué? Necesito un compañero de pelea- aún continuaba con ese irritante tono lento, tomó los hombros del joven y comenzó a agitarlo de una lado para otro -¡Me aburro! ¡Me aburro! ¡Me aburro!- dijo repitiéndolo como unas veinte veces.

Frustrado Trunks tomó las muñecas de la saiyajin y se dio vuelta bruscamente lanzando una mirada fría directo a sus ojos negros.

-Dije que no Koron- dijo posando firmemente aquella mirada penetrante en el rostro de la joven -¿Acaso no entiendes?

-No, no te entiendo- dijo sonriendo malvadamente -Ahora suéltame o te golpearé hasta que te desmayes y te usare como una bolsa de entrenamiento.

Trunks no obedeció y presionó con más fuerza dejando casi sin escapatoria a la pequeña -Sólo si me dejas en paz y vas a entrenar sola.

-Pero yo quiero entrenar contigo- suplicó una vez más.

-¿Sabes?- anunció el híbrido soltando a la saiyajin -Si me dejas en paz te llevaré a una festival que se está realizando en el parque central.

-¿Qué es un festival?- ¿en serio? ¿otra vez? Aunque es obvio que no aprendería todo sobre los humanos en simples cuatro meses.

-Es una fiesta en donde hay espectáculos, juegos y mucha comida- resaltó la última palabra con un tono tentador, sabía que esa era lo que mas le gustaba a los saiyajin.

-Está bien- respondió entusiasmada -Pero mañana si o si entrenas conmigo- lo señaló en el rostro con el dedo.

-Bueno...- respondió sin importancia, seguro que mañana no habría tanto trabajo si terminaba lo de hoy.

Sintió que lo tamaban del brazo y lo arrastraban hacia la puerta. ¿Acaso iban a ir ahora? ¡Dios, tiene mucho trabajo por hacer!

-¿A... ahora?- preguntó volteando su cabeza divisando todo el papeleo que quedaba lo por hacer.

-Por supuesto Trunks- soltó una pequeña risa en silencio y observó amenazante al híbrido -¿O acaso quieren entrenar conmigo todo el día por cada día?

-Está bien- bufó zafándose del agarre de la saiyajin -Ojalá que no se de cuenta- murmuró más para si mismo que para Koron. Si su madre lo llegara a atrapar estaría en graves problemas por no realizar su trabajo.

-¡Perfecto!- exclamó la pequeña -¡Voy por los abrigos!- dijo al paso que salía por la puerta.

Que suerte la suya, tendría que estar trabajando para luego salir con Koron y ahora está escapando de su trabajo para salir con Koron. De todas formas estará con ella en el festival.

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La nieve caía poco a poco mientras el sol quedaba totalmente oculto tras el horizonte, las luces y focos de color del festival comenzaron a encenderse al compás de los pasos de la gente.

Las tiendas, los juegos, los puestos de comida con sus grandes carteles llamativos, las personas yendo de un lado para otro y las inconfundibles flores de sakura que embellecía todo el lugar.

Todo era increíble para los ojos de la saiyajin quien observaba maravillada cada detalle del lugar. Observaba de reojo algunas veces al híbrido quien caminaba a su lado izquierdo cubriendo su cuello y labios, esos hermosos labios, con una bufanda amarilla.

-¿Dónde quieres ir primero Koron?- dijo el joven apartando un poco la tela hacia abajo para hablar mejor.

-No lo sé, quiero ver primero todo el lugar- acomodó aquellas orejeras que la incomodaba bastante, aquel gesto lo repetía como cada cuatro segundos.