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Marcos Castro y Ellery Guzmán


𝙹𝚄𝙻𝙸𝙾 25, 2020
𝙲𝚄𝙻𝙸𝙰𝙲𝙰𝙽, 𝚂𝙸𝙽𝙰𝙻𝙾𝙰.

Casi un mes ha transcurrido desde que Ellery despertó, su recuperación ha sido buena, pues sus hermanos son los encargados de que así fuera.

Markitos se volvió aún más apegado a la joven, al igual que Emilia con ella y Ralph con el influencer, un "intercambio justo", opinó el amigo en común que tienen. Chiquete.

Los cuatro llevaban juntos desde en la mañana que Marcos pasó por ellos, pues junto a sus amigos irían a las dunas, quienes le comentaron que podía invitar a la joven, sin pensarlo dos veces; lo hizo y ella estaba gustosa por ir, claro, antes de todo hubo una charla con los Guzmán para pedir permiso de dejarla salir, quienes se lo concedieron, siempre y cuando llevase gente para que cuidaran de ellos. Estaban en su plaza, pero nadie sabía lo que podría pasar en el transcurso del día, más valía prevenir que lamentar.

Los dos jóvenes caminaban por la orilla del mar, con Ralph junto a ellos y la pequeña Emilia en los brazos de la Guzmán, quien estaba enternecida al ver cómo la infante comenzaba a dormirse entre ellos, el atardecer y un poco de viento hacían la tarde agradable, y cómoda.

—¿Estás segura de eso, Ellery? —cuestionó el influencer—, digo, no soy quién para opinar, pero... por lo que me dices, esa casa era muy importante para tu mamá.

La castaña suspiró levemente mientras tapaba a la niña con una toalla seca que su acompañante le había extendido.

—Es tiempo de dejarla descansar, Mark —murmuró.

Ella lo había comenzado a llamar por ese diminutivo desde hace unos días y él no había demostrado molestia, por lo que comenzaba a ser íntimo entre ambos.

—Tienes razón, güerita —admitió mientras tomaba a la nena.— Si crees que es lo mejor, adelante, pero ya no puedes retractar tu desición.

—No pienso retractarme —contestó y lo miró con una leve sonrisa.

—¿Te he dicho que tienes una sonrisa bien chula? —preguntó.

Ellery rió sintiendo sus mejillas calientes, sabía que su rostro comenzaba a teñirse de un leve tono rojizo, ese que siempre la delataba. Markitos soltó una risa y la abrazó por detrás con delicadeza, para no lastimar a ninguna de las dos mujeres.

Así dudaron un par de minutos, disfrutando de la presencia y calidez del otro, pero como siempre, uno de sus amigos interrumpió la escena.

—¡Vivan los novios! —gritó Chiquete, haciendo reír a todos los presentes.

Ella solo negó y Marcos la observaba con una sonrisa.

Desde hace unos días había pensado en declararle su amor a la joven, pero no quería presionar a Ellery, no pensaba forzarla a nada, aunque su mirada decía que sentía lo mismo, también su nerviosismo la delataba, porque sí, su cuerpo reaccionaba con nervios al verlo o sentirlo cerca, ni qué decir con el más mínimo roce entre ellos.

Sentía una corriente eléctrica recorrer su cuerpo por completo, le gustaba eso.

En silencio se dirigieron a sus amigos, quienes reían por alguna estupidez dicha por Enrique.

Marcos se paró frente a ellos y junto a él; Ellery y Ralph.

—Ya son las 6:00 —dijo el influencer.

—Sí, ya vámonos —respondió Victor—, antes de que se haga más tarde.

—Si quieres yo les ayudo a levantar las cosas —se ofreció Ellery.

Qᴜɪᴇʀᴏ ᴜɴ ғᴜᴛᴜʀᴏ ᴊᴜɴᴛᴏs... 𝑀𝑇Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu