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Marcos Castro y Ellery Guzmán

Carta, inauguración y levantón


Para mi apa': Sinceramente no sé cómo explicarle, soy bueno con las palabras, pero para decirlas, no escribiéndolas. Se trata de Ellery, no sé si ya se lo hayan dicho pero hubo un atentado en su contra, en una de las bodegas, recibió dos plomazos en la espalda, cerca de la columna y raquea, tuvieron que inducirle un coma, pero porque yo lo acepté, lo que importa es que está viva, respira por sí sola y eso es lo bueno, está conmigo en uno de los ranchos, siendo atendida por los mejores doctores de Culiacán, todos estamos en la misma casa cuidando de ella. Aquí en la sierra siempre preguntan, rezan por usted y lo recuerdan con un cariñaso. Espero y esté bien, le mando un besote a mi viejo, todos lo queremos y extrañamos. Aquí recibiendo órdenes y mandamientos de el señor de la Tuna, así esté aquí en Culiacán, Nueva York o del otro lado del mundo.

Larga vida y lealtad al 701.

I.A.G.S

(…)

17 de mayo del 2020
Colorado, Estados Unidos.

Dos personas en una misma habitación. Un abogado defensor mirando atento cada movimiento de su cliente, y un recluso leyendo una carta enviada desde México. Dos minutos... cinco minutos... quince minutos, fueron los que se mantuvieron en silencio, el recluso bajó la hoja blanca, con los ojos rojos y vidriosos, miró a su defensor, pasó saliva y soltó un carraspeo.

—¿Ella en verdad está con sus hermanos? —preguntó temeroso a que fuera una mentira.

—Sí... las autoridades comenzaron un operativo para sacar a sus hijos y a los Zambada del hospital, pero Iván fue más rápido, los sacó a todos, ella fue trasladada a uno de sus ranchos, había mandado a preparar un cuarto especial para ella, al menos eso fue lo que me dijeron.

Un suspiro de alivio escapó de su cuerpo y limpió las lágrimas que se derramaron sobre sus mejillas.

—¿Mi familia ya sabe de ella?

—Nada más Giselle y Griselda, que fueron las que hablaron conmigo —el abogado se sentía mal por él.

El no poder ayudar para que viese a su hija o que todo el día a cada hora sepa de la evolución de su salud, si algo se complica, nada, sólo la información que le pasaban a él por medio de una hoja blanca o llamada por teléfono satelital el cual él no puede ingresar al reclusorio.

—¿Cuánto tiempo estará en coma?

—No lo saben, pero a estado evolucionando de la mejor manera, los doctores le calculan unos dos meses o menos.

Joaquín pasó sus manos por su rostro y lo talló un poco.

—¿Puedes decirles que le digan a la familia completa?, Principalmente a mi ama', ella quería mucho a Emilia y siempre quiso que le dieramos un o una plebe.

—No le aseguro nada, pero puedo intentarlo.

—¿Podrías decirles algo más?

—Claro, dígame.

—¿Sabe si su novio fue a verla?

—Tengo entendido que sólo un amigo de ella sabe de lo sucedido, un tal Enrique.

Él asintió.

—Dile a Griselda que le pida a sus hermanos que lleven al muchachito este con el que salió, que lo dejen verla.

Qᴜɪᴇʀᴏ ᴜɴ ғᴜᴛᴜʀᴏ ᴊᴜɴᴛᴏs... 𝑀𝑇Where stories live. Discover now