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Hoy la cocina estaba llena de movimiento. Jihyo estaba de aquí para allá preparando una merienda para cuando su nueva amiguita llegue para jugar con ella en su casa del árbol ¿Pueden creerlo? ¡Al fin alguien jugaría con ella en lugar de jugar con Chaeyoung!

-Cariño ¿sabes si tu amiga es alérgica a algo? Así no le causamos problemas. Sonrió la señora Park, preocupada por no hacerle daño a la primera amistad de su hija.

-¿A-alérgica? ¿Qué significa eso?- La pequeña coreana ladeó su cabeza y rascó su nuca con confusión.

-Es cuando el cuerpo de alguien no tolera algunas comidas o incluso cosas.- Al ver que su hija no terminaba de entender, rió levemente y prosiguió. -Por ejemplo, si alguien es alérgico al maní, comerlo podría traerle problemas de salud.

La pequeña Jihyo formó una "o" con sus labios por la sorpresa ¿Qué tal si Sana era alérgica al maní? Ya había hecho tres sándwiches de mantequilla de maní y mermelada.-Mami, debo tirar estos sándwiches.

-¿Por qué, cariño? - preguntó su madre con curiosidad y, al ver que su hija se dirigía al tacho de basura con la comida y al comprender sus pensamientos, la detuvo rápidamente. -No hay porqué tirarlos, puedes comerlos tú. También podemos hacer otras comidas para que tenga de donde escoger, no te preocupes.- Acomodó unos mechones de cabello detrás de la oreja de la menor.

Y así pasaron unos minutos más preparando sándwiches, cortando frutas, haciendo jugo y, ¿por qué no?, preparando un pastel de fresas. Cuando terminaron, la señora Park y la pequeña Jihyo llevaron los aperitivos a la cacita de el árbol, acomodando todo muy bien. La niña también debía buscar algo para entretenerse juntas, así que buscó algunos de sus muñecos de peluche, un rompecabezas no muy difícil y unas mantas por si les daba frío más tarde. Todo iba a salir perfecto. Ahora solo debía esperar.

Se sentó en una de sus sillitas y esperó pacientemente. Los minutos pasaban, incluso algunas horas y Sana no llegaba. El estómago de Jihyo empezó a rugir, así que tomó uno de los sándwiches y se lo comió algo triste por haber comenzado sin su amiga.

Las nubes comenzaron a cubrir el cielo y algunos truenos se aproximaban. Jihyo se alarmó ya que las tormentas le daban mucho miedo, pero tenía que ser valiente y seguir esperando. Las gotas de lluvia comenzaron a caer, cada vez con mayor frecuencia. Lo mismo hicieron las lágrimas de la coreana.

-Sana tonta, tonta, tonta...- Murmuró entre sollozos, abrazando sus rodillas. Se sentía tan triste en ese momento. Había hecho todo eso para Sana y ella no se dignaba a aparecer.

-P-perdón por llegar tarde... Aún hay tiempo?- Jihyo levantó su cabecita al escuchar esa dulce voz, encontrándose con una Sana empapada y con raspones en sus rodillitas.

-¡S-Sana!- Corrió hacia ella y la abrazó con desesperación y llevándola dentro de la casita. ¿Por qué tardaste tanto? -Preguntó con una voz quebrada por haber llorado, cosa que estrujó el corazón de la mayor.

-Mi mamá quería que la ayude con las compras y tardó mucho, lo siento Jihyo... Vine lo más rápido que pude.- Soltó apenada, con la cabeza baja. Se sentía muy feo que alguien llore por tu culpa.- El suelo estaba resbaloso, pero estoy bien.

-Pero, Sana... Tus rodillas.- Jihyo la sentó en una silla y buscó entre un montículo de cosas, encontrando su cajita de curitas. -Dime un color.-

Hmm... Verde.

-No tengo verde ¡pero tengo azul!- Sonrió Jihyo sacando dos curitas de color azul. Se agachó frente a la mayor y colocó cuidadosamente aquellas banditas en las heridas de su amiga. Una vez puestas, se acercó y depositó un besito sobre ellas. -Mi mami siempre hace esto en mis heridas para que se curen más rápido.

-G-gracias Jihyo.- Las mejillas de Sana se volvieron de un tono rosáceo y sonrió por lo bajo.

-Bien, comamos, tengo hambre.- Dijo la menor entre risas, y así comenzó su tarde de amigas.

Tal vez no hubo el mejor clima y Sana se retrasó, pero se divirtieron mucho. Jugaron a las doctoras con los peluches, armaron el rompecabezas y cantaron algunas canciones de sus programas favoritos. Lo mejor fue que la mamá de la japonesa accedió a que Sana se quede a dormir con Jihyo, por lo que contaron algunas historias y se durmieron en la casita del árbol, juntas.

Al final, no salió tan mal, después de todo.

𝗧𝗿𝗲𝗲𝗵𝗼𝘂𝘀𝗲 𖦹 SAHYODonde viven las historias. Descúbrelo ahora