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Frota sus ojitos con el brazo derecho para despejar los rastros de sueño. Frunce el ceño al recordar lo qué pasó antes de quedarse dormido: su alfa vino a verlo. Aunque, probablemente, se haya tratado de un sueño o una alucinación suya, dado que en su estado actual es normal que confunda la realidad; quizás sí debería hacer caso a TaeHyung e ir con el médico para iniciar de una vez el tratamiento, el cual consiste en acostumbrar a su lado omega el rechazo de su destinado.

Sin embargo, cuando olfatea el ligero aroma de su alfa sobre sus sábanas su corazón se acelera al caer en la cuenta de que no se trató de un sueño o una alucinación. Su alfa sí estuvo aquí, en su dormitorio, junto a él.

Un poco animado, se levanta para lavarse la cara e ir a la cocina por algo de comer.

—A-Alfa…

Susurra asombrado, muy asombrado, de encontrarla en su cocina acomodando algunos víveres en su dispensa.

— ¿Q-Qué…

—Disculpa por hacer uso de tu cocina sin permiso, pero estaba sucia y no había comida —explica cerrando un cajón— ¿Cómo te sientes?

—Eh…, yo… —sigue sin poder creerlo—, algo mejor…, gra-gracias.

—Bien, ¿quieres comer?

Parpadea varias veces porque no esperaba tal pregunta imprevista y lo único que termina haciendo es asentir con la cabeza.

Su alfa está en su departamento. En su cocina y ofreciéndole de comer. Tanto su omega como él están felices, no obstante, se recuerda que no debe crearse falsas esperanzas. Después de todo, ella solo vino porque NamJoon se lo pidió.

El sonido de su estómago sonando, luego de que un plato caliente de fideos y carne es colocado frente suyo interrumpen sus pensamientos. Agradece por la comida y da un primer bocado.

—Está delicioso, alfa. Cocina bien.

—Gracias, pero no lo hice.

— ¿Eh?

—Llamé a una agencia de ama de llaves para que enviará a alguien. Ella limpió como cocinó —responde acomodando un mechón de su cabello detrás de su oreja—. Yo acomodé algunos víveres.

—Ya ve-veo —un nudo se forma en su estómago. De repente, ya no tiene hambre. Se ilusionó de que su alfa había cocinado y que le había preparado algo especial para él.

Su vista le fastidia al tener ganas de llorar. Infiere que su omega se encuentra muy sensible.

— ¿Sucede algo? Hueles muy…, triste.

—No, yo…, quiero decir… —no controló sus feromonas. No quiere disgustar a su alfa—, yo…

Es inevitable, lágrimas caen por sus mejillas y se encoge sus hombros al sentirse avergonzado como patético al estar llorando frente a su alfa, quien se ha puesto tensa porque no esperaba para nada aquella reacción y no tiene idea cómo actuar a continuación.

Atado A Tu Ley © (Omegaverse) (JinOmegaxAlfaMujer) Where stories live. Discover now