MARGINAL ALPHA | bakugou katsuki [+18]

18 | capítulo dieciocho

CAPÍTULO DIECIOCHO,
CONFUSIÓN Y RECHAZO
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—¿Tú crees que el bastardo bicolor logrará hacerte sentir así, hm? ¿Un beta?

Mi respiración se contiene. Al mismo tiempo, mi cuerpo es envuelto en una corriente de escalofríos por mi espalda. Es entonces que soy totalmente racional de lo que estábamos haciendo.

¿Por qué estaba hablando de Todoroki de repente?

¿Cómo habíamos terminado así?

Mierda.

Bakugou nota mi estado de shock, a lo que chasquea la lengua por mi falta de respuesta. Esto es como si le estuviese confirmando sus sospechas, pues mi reacción denotaba que la perspicacia de él me había tomado por sorpresa, dejándome sin palabras ante un suceso, que si realmente no tuviese sentido, mi reacción posiblemente tenga que ser diferente. Quizás más a la defensiva y no tan silenciosa.

Él aún estaba afectado por las feromonas, con respiraciones agitadas saliendo de su boca entre abierta a la vez que lo acompañaba al son de su pecho subiendo y bajando; con las mejillas sonrosadas por el calor, los ojos oscuros por el deseo ardiente e inesperado de marcarla y la mente nublada, incapaz de razonar sin estar sesgado por la lascivia.

Esto, sin embargo, no fue impedimento para que una sensación de ardor molesta creciese en la boca de su estómago debido a la falta de respuesta de mi parte. Por lo mismo que decide burlarse una vez más y volver a posar sus manos en la carne de mis ambas nalgas en busca de darles un fuerte apretón, lo que por fin me hace salir de mi estado de shock.

Mierda, había perdido el autocontrol por completo.

—¡S-suéltame! —entre tartamudeos, intento librarme de él y bajarme de su regazo, aunque fallidamente ya que su agarre en mis nalgas me restringe contra él. Tampoco ayudaba que las feromonas y el anterior suceso siguiesen afectando mi cuerpo, dejándolo débil a su tacto que a la vez burlaba mi fuerza de voluntad por querer alejarme de él.

—¡Respóndeme, perra! ¡¿Qué te traes con él?!

Mi vista conecta con la suya de manera caótica, aún intentando librarme de su agarre frenéticamente. Frunzo el ceño y observo sus ojos rubí oscuros, sus cabellos rubios desordenados y su estado de vulnerabilidad ante la excitación, pronto notando cómo me correspondía el ceño fruncido cuando sus ojos se clavan en los míos con desdén. Emanaba una rabia cuya causa no sabía identificar.

Sin embargo, no es impedimento para que la rabia también empiece a crecer en mí. Era una rabia por su actitud mezclada de una excitación y anhelo que me provocaban sus feromonas, también su aroma que mi nariz picaba por volverlo a degustar buscando perder la razón una vez más en el mar de sensaciones que este me provocaba. Pero no podía ignorar que odiaba cuando empezaba a demostrar desdén y burlas sin sentido. Tampoco entendía por qué quería saber mi relación con Todoroki, ni la mención de él de forma irónica.

—¡No te incumbe! ¡Suéltame!

Gruñe en respuesta. No tardo en sentir cómo otra palmada se estampa contra una de mis nalgas con fuerza, provocándome un picor en la piel de aquella zona y un jadeo que se escapa inevitablemente de mi boca. Mi fuerza de voluntad tambalea. Provoca además que, por la sorpresa de su acción, me quede estática en su regazo y frunza el ceño con rabia por mi propia excitación. Por mi núcleo palpitar y mi piel anhelando volver a sentir su tacto.

—¡Te dije que me respondas! —espeta con un tono de voz más ronco y oscuro que antes, denotando amenaza y peligrosidad en él. A la vez, su mano aprieta con fuerza la carne de mi nalga enrojecida por su anterior palmada.