Like The First Time || LS › Omegaverse

Capítulo 14

Estaba indeciso de si usar la camisa roja o la verde pastel. Era una decisión completamente difícil. Se probó una y otra vez, unas diez veces como mínimo. Ya estaba completamente arreglado, solo le faltaba eso, que para Harry era la parte más importante de todo su atuendo.

Escucho su sonar sobre la cama, caminó hasta ahí para checar quién era.

Señor Tomlinson.

¿Estás listo?

Harry maldijo en su mente. No, no estaba listo, todavía no sabía qué camisa ponerse. A la mierda se pondría la roja.

Terminó de vestirse y se roció un poco de perfume, al final se colocó todos sus anillos. Salió de su habitación, al igual que Louis. Sonrieron y caminaron juntos hasta el ascensor.

El viaje hasta el restaurante que Louis había elegido, fue tranquilo. Con pequeñas conversaciones sobre nada de gran importancia. Simplemente compartiendo sucesos de su vida. Y aún sin poder creer que realmente estaban ahí. En un auto —que Louis había alquilado por esa noche— camino a cenar, en Francia, luego de más de diez años sin verse y sin saber nada el uno del otro.

Louis tenía cierto pensamiento rondando en su cabeza desde esa mañana en que confesó que él era aquel niño que Harry recordaba. Pero ahora mismo todo era un caos en su mente, que lo único que quería hacer, era olvidar aquel pensamiento que tanto insistía en su cabeza.

Sintió su celular vibrar en el bolsillo de su pantalón, aprovechó que el semáforo estaba en rojo para sacarlo y checar rápidamente.

Anna.

Mierda. Suspiro y guardo su celular otra vez, justo cuando el semáforo cambiaba a verde. Se sintió mal de rechazar otra llamada de la omega, pero todavía no se sentía con la valentía suficiente como para dirigirle la palabra. Y sentía que jamás lo estaría.

—¿Estás bien? —la voz de Harry lo sacó de sus tan profundos pensamientos.

Llevó su mirada hasta el omega, que lo miraba con una pizca de preocupación y duda en su mirada verdosa.

Hizo el amago de sonreír— Claro. Muy bien.

Harry entrecerró los ojos, mirándolo. Louis le sonrió, está vez más seguro, Harry suspiró y asintió, sin decir nada más.

Cuando llegaron, solo fue necesario que Louis mencionara su apellido y ya estaban siendo dirigidos a una mesa, en un lugar particularmente precioso y solo, con una vista a la torre Eiffel casi directa.

—Este lugar es precioso —. El omega correteó hasta el gran ventanal.

—Lo sé.

—¿Ya habías venido aquí? —preguntó Harry aún sin quitar la vista del enorme ventanal.

—Si. De hecho, fue el primer restaurante que visité cuando vine aquí por primera vez.

Harry asintió y dieron fin ahí a la conversación. En poco tiempo ordenaron sus platillos, los cuales no demoraron mucho en llegar.

El omega hizo un sonido de satisfacción cuando probó el primer bocado. Era una de las mejores comidas que había probado en su vida, eso o que tenía bastante hambre.

Comieron en silencio, intercambiando algunas palabras de vez en cuando, pero el silencio les resultó agradable a ambos.

Y bueno, Louis por su parte, no podía despegar los ojos de Harry. Seguía cada movimiento del omega cómo hipnotizado. Sentía su boca salivar cada que notaba el movimiento de la mandíbula del omega al masticar. Y observaba con deleite la forma en que el rojo de la camisa contrastaba con su piel pálida. Admiraba de una y mil formas los movimientos confiados de Harry, la manera en que los rizos del omega se movían levemente gracias a la poca brisa que entraba. Su mirada cayó perdida en los labios del omega los cuales lucían algo rojos, las ganas de besar a Harry invadieron por completo a Louis… Okey, okey. Necesitaba dejar el vino a un lado por el momento.