—¿Qué sigue?—pregunta Lo'ak.

—Correr—responde T'xiva. —Van a volver, corriendo—les dice viéndolos.

—¿Con dos pies?—pregunto Neteyam viendo a los rojos. Xakin sonríe.

—Tomen—Xakin les da las cantimploras de agua, uno a cada uno. —Nosotros nunca nos vamos de casa son una de estas.

—Están pesadas—dice Lo'ak.

—Sin ella mueren de sed allá afuera, tienen que fortalecer sus cuerpos, acostrumbrarlo al peso—dice T'xiva poniéndose su cantimplora en la espalda. —Correremos como los niños, Yxiast—le informa a su hermano y este asiente.

—¿Es una carrera?—les pregunto Kiri sonríendo. Xakin le sonríe de vuelta, estaba esforzándose para no reír.

—Van a perder—murmura Yxiast.

Todos se inclinan para comenzar a correr. Los azules creían saber el truco, impulsarse con los pies, seguir el sonido, pero cuando comenzó la carrera estos antes de poder empezar los abrazo una nube de arena que los hizo tocer.

Neteyam pudo abrir los ojos para ver lo rápido que los rojos se movían en la arena, eran impresionantes.

—No hay que quedarnos atrás, ¡vamos!—grita Lo'ak comenzando a "correr"

Los azules llegaron mucho después que los rojos. Estos veían lo cansados que estaban

—Aprenderán a correr, algún día—comenta Xakin encogiendose de hombros.

—Vamos, tengo hambre... —llama Yxiast, pero no se puede concentrar en la comida cuando escucha los tambores.

—¿Llegó alguien?—pregunta T'xiva volteando al lugar donde estaba su hogar.

—Debe ser Papá—dice Tuk emocionaba dejando del lado su cansancio. —¡Vamos!

—¡Otra carrera! ¡El que llegue al último tendrá que llenar las cantimplora!—dice Xakin corriendo en dos pies a la entrada de la cueva hogar.

Todos la siguieron, los azules tenían muy poca ventaja hasta que llegaron a la zona de roca roja de la zanja donde estaba la cueva hogar, ahí lograron recuperarse.

—¡Tengan cuidado con los ríos de arena! ¡Si se resbalan caerán por el barranco, la piedra abajo es muy dura!—les advierte T'xiva saltando el pequeño hilo de arena, el río era angosto, pero si que era muy molesto.

Todos saltaron en el con éxito. Se estaban divirtiendo solo corriendo.

—¡Entremos por las lianas, las lianas, T'xiva!—grita Xakin.

La gran zanja, de piedra agrietada tenía unas lianas de lado al lado, las habían puesto ahí y las dejaron crecer y fortalecerse para que los depredadores voladores no entrarán. Claro, había puntos estratégicos en donde los wix y la grita del este donde entraron los ikran donde no había, pero en la mayoría estaban.

Eran fuertes y soportaban mucho peso. A Neteyam le recordaba a las montañas haleluya.

—¡Vamos a saltar!—grita Yxiast volteando para con una mano cargar a Yí'am y con la otra a Tuk para saltar con ellas y ayudarlas a sobrevivir.

Todos saltaron en las lianas con éxito. Mientras bajaban se sorprendian por los trucos que Xakin hacia en ellas y como usaba sus pies para quedar de cabeza.

T'xiva se quedó atrás viendo a los demás divertirse en las lianas. Al parecer se les había olvidado que estaban compitiendo.

—También nos podemos colgar con la cola, ¡Vamos Yxiast, úsala!—lo anima Xakin.

Yxiast con el ánimo de todos, dejo a Tuk y a Yí'am a un lado y salto hacia arriba dando un giro para enredar la cola en la liana que tenía encima y así quedar de cabeza.

—Wow, ¡son fuertes!—dice Lo' ak sorprendido.

—Nuestras colas cargan el doble de nuestro peso, ¿las suyas no lo hacen?—pregunto Xakin.

Los azules intercambiaron miradas, claramente no habían probado eso.
Yxiast se volteo, los que estaban abajo de ellos comenzaron a irse y otra vez sonaron los tambores.

—Vámonos, esto debe ser importante—llama T'xiva viendo al suelo. —Ayudenlos a bajar, las lianas están muy altas, se romperán un pie si no saben caer—les pide a su hermano y a Xakin. Estos asienten.

Todos bajaban hasta que llegó un punto en el que ya no había lianas, y seguía muy alto. Yxiast dejó que Yí'am se subiera a su espalda para poder bajarla... Tuk, aunque estaba insegura de confiarle esa caída a Yxiast, terminó por dejar que la cargará a ella también.

Yxiast llevaba dos niñas y una cantimplora encima, los Sully estaban convencidos de que su raza era muy fuerte, Yxiast lo comprobaba bien.

—No voy a cargar a ninguno, si es lo que quieren—dice T'xiva mientras su hermano saltaba al suelo con ambas niñas ilesas.

—Vamos, bajare y ayudaré a Yxiast a amortiguar su caída—dice Xakin a Kiri.

Esta salta y cuando cae al suelo da un giro para después volver a levantarse.

—¡Vamos!—grita Xakin. Kiri estaba loca, confío en que esos dos la ayudarían a no morir.

Salto cayendo entre los brazos de Yxiast ya que Xakin no pudo con el peso de Kiri. Lo'ak no quería saltar, sería la segunda vez que Yxiast lo carga por caer.

—Tragate tu orgullo después y salta—le dice Neteyam mientras Lo'ak se debatía, pero al final salta cayendo también en los brazos de Yxiast.

—Tsa li'i'uxotsio—le dice sonriendole. Lo'ak se baja de los brazos de Yxiast escuchando la risa de su hermana a un lado.

—Te toca, bajare—le dice T'xiva a Neteyam.

—¿Bajaras conmigo?—pregunto viéndola.

—Estaré detrás de ti—le responde. Cuando termina Neteyam salta y justo es pues lo hace T'xiva. Todos se fueron al salón del líder donde estaba la reunión, esperando a que nada catastrófico hubiese pasado.

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CORAZÓN DE ARENA | NeteyamМесто, где живут истории. Откройте их для себя