Capítulo 11

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Una vez que Enid fue atendida en la agencia por los médicos y tratarán la herida como debía ser, ambas chicas partieron a casa. En cuanto al pequeño Husky, lo dejaron en la agencia para que revisaran que todo estuviera bien con él, eso luego de muchas advertencias por parte de Enid de que si lo metían en una jaula haría que Wednesday utilizará sus dagas en ellos... ya saben, las ventajas de tener una "esposa" que no tenía miedo de matar a alguien con un objeto filoso.

Una vez fuera de la agencia, ambas chicas se dispusieron a ir al auto, Enid como siempre iba a abrir la puerta del conductor, pero de inmediato fue frenada por Wednesday, cosa que a la rubia le pareció extraño.

—¿Qué pasa? —preguntó Enid a Wednesday.

—Dijeron que debes reposar y cuidar de tu hombro, así que no puedes conducir —contestó Wednesday como si fuera lo más lógico.

—Eso es absurdo —bufó Enid—. ¡Por supuesto que puedo conducir!

—No, no puedes —negó Wednesday quitándole las llaves del auto a Enid—. Por eso yo conduciré... al menos hasta que tú te recuperes.

Sin decir algo más, Wednesday se dirigió hasta la puerta del pasajero y la abrió para que Enid entrara, una vez que Enid estuvo dentro del auto, ella se dispuso a entrar también, prendió el carro y empezó su camino a casa.

—Si querías conducir podrías habérmelo dicho en vez de inventar excusas —se quejó Enid con un puchero.

—No me gusta conducir —soltó Wednesday.

Esto era algo que Enid no conocía, pero podía intuir desde que Weems al darles el auto, la Addams le había dado las llaves a ella, ¿por qué no le gustaba conducir si se veía que no era mala en ello?

—¿Puedo preguntar por qué no te gusta conducir?

—Ya lo hiciste —bromeó Wednesday, aunque era más que nada un intento por evitar la pregunta.

—Entonces, ¿puedo conocer la respuesta a mi pregunta? —se atrevió a preguntar Enid a sabiendas de que, seguramente, Wednesday le diría que no... O saldría con alguna de sus Wednesdaytadas.

Wednesday trago en seco sin responder a la pregunta de Enid, hasta que pasaron por un semáforo en rojo y aprovecho para voltear a verla.

—Mis padres murieron en un accidente de tránsito —confesó Wednesday con la mirada fija en los orbes azules de Enid. Era la primera vez que ella hablaba de esto con alguien que no fuera su tío o Weems, pero por alguna razón, sentía que podía confiar plenamente en Enid.

—Wednesday yo...

—No debes disculparte, no sabías —la interrumpió Wednesday y siguió conduciendo—. Ellos eran parte de la agencia, como nosotras, iban camino a una misión peligrosa, lo sabían, mi padre no quería que mi madre fuera con él, pero ella insistió.

—No es necesario que me cuentes, Wednesday —dijo Enid al ver como el rostro de Wednesday se tornaba sombrío y triste.

—Quiero... quiero hacerlo —tartamudeó la Addams—. Ese día, me dejaron con Larissa, le pidieron que me cuidará y como siempre hacían antes de salir a cualquier misión, le dijeron que si algo les pasaba a ellos, ella junto a mi tío debían hacerse cargo de mí. Tenía apenas cinco años, en medio de la persecución, uno de los enemigos disparó en la llanta del auto que estaban usando, el coche perdió el control y cayó a un río... tardaron semanas en encontrar sus cuerpos.

—Diablos, en serio lo siento, Wednesday, debió ser muy duro.

—Lo fue, pero su recuerdo siempre está conmigo de una u otra manera, además, Weems y el tío Lucas han cumplido su promesa y han cuidado de mí —explicó Wednesday.

Just For The Mission (Wenclair)Where stories live. Discover now