Capítulo 3

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Wednesday, Enid y Derek se encontraban frente a la casa que la Directora Weems les había conseguido, tal y como ella había dicho estaba justo al frente de la casa de los Crackstone, de hecho varios de los guardias de seguridad estaban observando a lo lejos con disimulo a las nuevas vecinas, por supuesto la pelinegra que había sido entrenada para poder detectar estas cosas, lo hizo de inmediato, contó al menos unos diez guardias observándolas a ellas y Derek, por lo que pensó que era preciso iniciar la actuación en ese momento, así que con la poca delicadeza que la caracterizaba se acercó a Enid, la tomo por la cintura y la atrajo hacia ella y la beso, haciendo que Enid quedará perpleja y que Derek las viera con extrañeza.

—¡Qué asco, hay un niño presente, hagan esas cosas en su habitación! —se quejó Derek, cosa que hizo a Wednesday separarse de Enid para guiñarle un ojo al niño y por supuesto dejar a la rubia idiotizada.

—Lo siento, hijo, pero ya es hora que te vayas acostumbrando a estas muestras de afecto entre tu mami y yo —rebatió Wednesday y luego volteó a mirar a Enid la cual no salía aún de su estado de estupefacción—. Cara Mía, sé que mis besos siempre te dejan mal, pero entremos para que este pequeño victimario pueda ver su habitación.

Enid salió de su estupefacción y miró a Wednesday, la cual al igual que con Derek le guiño el ojo, haciéndola entender que tanto el beso como el mote cariñoso, habían sido solo parte del papel que les tocaba desempeñar para la misión. Sin embargo, ahora Enid no podía sacar ese beso de su mente, ¿qué era lo que había sentido con dicho beso?, no, ella se negaba rotundamente a sentir algo por la pelinegra, no le despertaba ni la más mínima pasión, además de que era una pesada y que todo esto era solo por la misión, o al menos eso es lo que ella quería creer.

—Claro, cariño, vamos —accedió Enid con una sonrisa fingida, ese beso no planeado en el guion se lo iba a reclamar en cuanto cruzaran la entrada.

Ambas chicas caminaron hacia la entrada de la casa tomando la mano de Derek y cuando por fin entraron, Wednesday soltó la mano del pequeño de manera brusca.

—¿Acaso no te lavaste las manos, niño? —preguntó frunciendo el ceño—. Las tienes todas pegajosas, ¡anda a lavarte esas manos! —le exigió y el niño salió corriendo a buscar el baño para poder lavarse las manos.

—Entiendo que seas la mejor agente de la agencia, Addams, pero no puedes ser así de grosera con el niño —la regaño Enid, realmente molesta—. ¡Y por lo menos hubieras avisado que tenías planeado besarme, así no me hubieras tomado por sorpresa! —reclamó con sus mejillas teñidas de rojo, cosa que Wednesday noto inmediatamente.

—Al niño lo tenemos que educar, aunque no sea nuestro hijo y luego se tenga que ir con una familia que de verdad lo adopte —respondió en primer lugar al regaño de Enid—. Y sobre el beso... bien que te gusto, así que no puedes quejarte, además si te hubiera avisado de ello el factor sorpresa se arruinaría, Cara Mía —dijo esto último con toda la intención de hacer que la rubia se sonrojara aún más y por supuesto, para molestarla.

—¡Eso no es cierto! —exclamó con un severo sonrojo—. ¡Además, besas terrible!

—¿Ah, sí? —inquirió con una sonrisa malévola—. Apuesto todo lo que tengo a que te mueres por otro de mis besos —dijo para molestar más a Enid.

—E-eso no es cierto —tartamudeo la rubia—. ¡Y será mejor que te calmes o le diré a Weems de tu mal comportamiento con Derek! —amenazó y dejó a Wednesday sola para ir a explorar la casa y por supuesto para buscar su habitación.

Wednesday se quedó en la sala riéndose de la reacción de Enid, disfrutaba el sacar a la gente de sus casillas y aún más hacer que la gente se sintiera intimidada por ella, eso era casi un hobby para la pelinegra. Mientras Enid estaba eligiendo su habitación, Wednesday se dedicó a echarle un vistazo a la casa, la sala era grande, lo suficientemente grande para que una familia de seis o más se reuniera por las tardes para charlar, de ahí pasó a la cocina que al igual que la sala era bastante espaciosa aunque lastimosamente ella no contaba con excelentes dotes culinarias, la mayoría del tiempo solía comer con Larissa o con su Tío Lucas, sin embargo, este último se encontraba de viaje actualmente.

Just For The Mission (Wenclair)On viuen les histories. Descobreix ara