Just For The Mission (Wenclair)

Misión Corta #1 Pt.2

Parte. 2

Maldita sea, otra vez, otra vez sucedía, su compañera en el suelo herida o posiblemente muerta y ella no pudo hacer nada. Wednesday temblaba y los recuerdos del pasado la atacaban, así había sucedido la primera vez, de esa misma manera Tyler había muerto y ella no pudo hacer nada.

Para aumentarle a su desgracia, el cuerpo de Tyler había desaparecido en la explosión y nunca pudieron encontrarlo, ahora estaba pasando lo mismo, pero no iba a dejar que Enid se perdiera, menos cuando se estaba convirtiendo en alguien importante para ella, porque por un demonio, esa rubia risueña era lo que ella necesitaba.

Wednesday corrió hasta donde estaba Enid, dejando las armas en segundo plano, para su suerte, Enid aún respiraba y la herida que le habían ocasionado era en su hombro derecho, la alzó como pudo y la llevó hasta el callejón donde se suponía iban a esconder las armas, palmeó el rostro de Enid hasta que esta abrió sus ojos.

—¡Dios, pensé, pensé que te había perdido! —exclamó Wednesday aterrorizada.

—Una herida de bala no la va a librar de mí, agente Addams —bromeó Enid, aunque no era el mejor momento para bromas.

La Addams revisó con suma atención la herida de Enid mientras esta se quejaba, había tenido suerte, una herida limpia y la bala había salido, por lo que no tendría que torturarla para sacarla.

—Voy a detener la hemorragia y después te vas a quedar aquí esperando a que salga de ahí —indicó Wednesday, pero esto a Enid no le parecía nada bien.

—Ni de chiste, Wednesday —reclamó Enid con seriedad, la susodicha la miró incrédula, ¿de verdad la estaba desafiando?—. Estamos en esto juntas, quieras o no —sentenció.

—Eres demasiado testaruda, Sinclair, estás herida y si vas conmigo solo resultaría más peligroso para ti —Wednesday intentó excusarse, pero sabía muy bien que la herida de Enid no era tan grave como aparentaba ser, solo no quería que la rubia saliera más lastimada.

—Esta Lobita sabe defenderse, Wednesday, así que no metas excusas baratas —Enid estaba decidida, no dejaría que una estúpida herida la apartara de la acción.

—Bien, pero iras detrás de mí —le indicó Wednesday—. Solo por precaución, no porque crea que no te puedes cuidar sola —se adelantó a decir antes de que Enid se quejara nuevamente.

—Entonces, ¿cuál es el nuevo plan?

—Tendremos que encontrar una forma de entrar sin que el francotirador nos vea, de lo contrario volverá a disparar y créeme, esta vez no fallará —Wednesday pensó en una forma de hacer su entrada de la manera más discreta posible, algo que definitivamente no sería sencillo, pero al menos debía intentarlo.

—Una bomba de humo —dijo Enid de repente.

—¿Tenemos una? —preguntó Wednesday, esa era otra buena idea que había tenido Enid, definitivamente la chica era bastante inteligente.

—Parte de las sagradas reglas es siempre llevar un par, solo por si acaso —contestó Enid sonriente mostrándole a Wednesday las dos bombas de humo.

Wednesday tomó una y antes de poner en marcha el plan saco su kit de primeros auxilios de la mochila que llevaba, unas vendas, gasas y una solución antiséptica, rápidamente se dispuso a aplicar la solución y a cubrir la herida con las gasas y las vendas, eso mantendría bien a Enid de momento, luego tendrían que pasar a la agencia para que la curaran de la manera correcta.

—Tiraré la bomba y en cuanto explote, corremos hacia la entrada —explicó Wednesday.

—Si afuera en la primera guarida había cinco, es muy posible que en la segunda haya diez, todavía más armados que los que estaban afuera —dedujo Enid—. Así que serán cinco para ti y cinco para mí.