Capítulo 13

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No tenía la menor idea de quién era el sujeto que me sonreía como si fuera mi amigo de toda la vida.

Su mirada me causó escalofríos y su sonrisa, a pesar de ser la más feliz que había visto nunca, me pareció que no era del todo sincera.

—Hola —saludó alegre.

Seguro era menor que yo, su cara era demasiado juvenil y era lindo, pero no era mi tipo.

—Olas las que hay en el mar —respondí de manera parca, el chico no me había hecho nada malo, pero quería que se fuera lo más rápido posible.

—¿Quieres beber algo? Me pareció que estabas muy sola y quería preguntarte si puedo hacerte compañía, mis amigos están en una sala aparte. ¿Te apetece ir?

—Lo lamento, pero vine con mi novio —miré ese diálogo muchas veces en las películas y esperaba que mi respuesta funcionara para que aquel chico se fuera rápido.

El mareo me estaba matando y la espera también.

Mis palabras no tuvieron el efecto deseado y el chico seguía parado frente a mí, le coloqué la peor cara que podía obtener en ese momento y ni eso lo apartó.

—Tengo algo para ti, Summer.

—¿Cómo sabe mi nombre? —pregunté algo asustada y deseaba que no se haya escuchado mi voz temblorosa— ¿Quién eres?

—Eres famosa, es imposible no saber tu nombre —aún conservaba la sonrisa—. Solo soy tu fan —el chico dio dos pasos hacia adelante y esas últimas palabras no me gustaron, su forma de decirlas eran como si me estuviera insultando en mi cara.

—¿Quieres un autógrafo? —quise salir de la situación y si haciendo eso se iba de una vez, mejor.

—No, eso no es lo que quiero —acercó su cabeza a la mía y yo la aparté bruscamente—. Te lo diré si me acompañas, te presentaré a mis buenos amigos y uno de ellos estará encantado de verte igual que yo. 

Su sonrisa era cada vez más siniestra.

—Eres mi ídolo, y me ha encantado que el destino haya decidido unirnos esta noche.

—El destino no hizo nada —defendí como si eso pudiera ayudarme—, tú te acercaste a mí, solito.

Me estaba entrando el pánico sin siquiera darme cuenta, el desconocido hizo un ademán de agarrarme el brazo y yo cerré los ojos con fuerza, como si eso me ayudara a desaparecer.

Esperé el agarre, que nunca llegó. Abrí los ojos, desconfiada y me encontré con Zack, que me miraba fijamente. Mi alivio fue notable al verlo ahí, el joven de antes había perdido la sonrisa y estaba serio.

—¿Estás...?

—Bien. Estoy bien —apresuré a decir aunque estaba de todo menos eso.

Zack no creyó mis palabras y sus mirada asesina la clavó en el chico, este no estaba nervioso, conservaba un aspecto de superioridad.

Pobre el alma que tuvo que cruzarse con este Zack enojado.

Zack tenía sujeto al chico por el brazo, y justo en ese momento, llegó Maggie, la persona que estaba esperando desde hace más de cinco minutos.

—¿Qué sucede aquí? —preguntó confusa.

—Llévatela —me señaló Zack con la cabeza, sin mirarme—, ahora.

Maggie hizo lo que pidió y se acercó hasta mí.

—No te acerques a ella —le susurró cerca del oído, pero pude escucharlo con claridad—, no tengo la menor idea de quién eres o qué quieres, pero si le colocas un dedo encima, no me haré cargo de lo que pueda sucederte.

(NO) Podrás Amarme © [COMPLETO]Onde as histórias ganham vida. Descobre agora