Capítulo 18

889 120 12
                                    

—Devuélveme eso, ahora —salté para arrebatárselo pero él subió más su mano—. Eso no es justo, eres más alto que yo.

Me crucé de brazos, dándome por vencida.

—He ganado —me dio un golpecito divertido en la cadera—. Pero podemos compartirlo.

En un momento de distracción le arrebaté el paquete de gomas con chocolate de las manos.

—No soy fan de compartir, Zack, eso deberías saberlo. Pero por ti, haré hoy la excepción.

Dividimos las gomitas y nos detuvimos al ver un montón de personas reunidas.

Habíamos decidido venir a uno de los parques de atracciones de la ciudad, el sol ya estaba desapareciendo por lo que no había tantas personas como en un horario regular.

—¿Quieres ir a ver? —me preguntó al darse cuenta que tenía la mirada fija en el grupo de personas.

Asentí y cuando nos acercamos, casi me da un ataque de vergüenza cuando reconocí lo que tenía tan entretenida a la multitud.

Chicas disfrazadas de la sirenita Ariel, la princesa Mérida y Mulán daban un espectáculo a los más pequeños, estos se la pasaban en grande y otro grupo de chicas con el disfraz de Bombón, Burbuja y Bellota repartían volantes para promover un sitio de comida.

—Mira Bellota, encontraste a tu hermana gemela —bromeó Zack, pasando uno de sus brazos por mi cintura.

Me indicó que me cambiara de sitio cuando hombres más altos que yo empezaron a empujarme.

—¿Estás bien? —pegó mi espalda a su pecho y yo dejé de recibir codazos y empujones.

—Si, gracias —las princesas acabaron con su presentación al poco tiempo y Zack fue a comprar agua cuando se empalagó con el chocolate.

Mi celular comenzó a vibrar y muchos mensajes de Maggie aparecieron en mi bandeja de entrada.

—¿Te lo estás pasando bien?

Al segundo, llegó otro mensaje.

—Liz dice que si puedes le traigas algo de comer o por lo menos un recuerdo. No seas mala, Summer, nos estamos muriendo de hambre. No hay nada de comer en casa. :(

Contesté con pocas palabras, asegurándole que iba a llevarles comida de regreso, miré de reojo a Zack en la fila de la tienda de refrescos.

Guardé el celular dentro de mi bolso y me detuve a una distancia prudente cuando una chica que no había visto en mi vida, se acercó a Zack.

Llevaba el cabello recogido en un moño, una camisa a cuadros verde atada su cintura y un top negro que apenas la resguardaba del frío.

Se acercó casi corriendo y Zack no se dio cuenta de su presencia hasta que la chica tocó su hombro. Creí que le pediría un autógrafo o una foto, así como pasó unas cuantas veces hace menos de una hora.

Comenzaron a hablar y supe que me equivoqué cuando la chica le ofreció a Zack su teléfono, para anotar su número.

Mi curiosidad me ganó y con cuidado de no ser descubierta, me acerque más a los dos.

—Podríamos salir esta semana, estoy en la facultad de artes y tengo tiempo libre, más del que quisiera.

—¿Cómo dijiste que te llamabas?

—Zoe —contestó, con una sonrisa en la cara que no parecía querer borrar.

Si Zack aceptaba la invitación, no iba a colocarme a llorar como una desquiciada, o si, no lo tenía claro.

(NO) Podrás Amarme © [COMPLETO]Where stories live. Discover now