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10 de noviembre, 2038

20:34 p.m.

Juliette



Detroit se estaba yendo al mismísimo carajo con el pasar de las horas.

Gracias al completo desastre en la ciudad, las autoridades no demoraron en hacerse presentes estableciendo un toque de queda a nivel nacional. Por la "seguridad poblacional", estaba completamente prohibido circular normalmente por las calles, obligando a toda la ciudadanía a resguardarse en sus hogares o a abandonar Detroit por el pánico colectivo que había generado la revolución androide. Y sin siquiera mencionar las formas en las que las fuerzas policiales estaban reprimiéndolos. 

Que, para la mala suerte de la comunidad androide, también permanecían con bastantes problemas.

Había órdenes directas por parte de la presidencia del país para la entrega inmediata de todos los androides tuvieran en su posición. Y en caso de ser divergentes, debían entregarse de la forma más rápida posible para no "sufrir las consecuencias". Buscando esconderse por toda la ciudad para que esto no pasara.

¿La razón para qué se entregaran?

Su destrucción inmediata. En campos de concentración repartidos por toda la ciudad para exterminar a la especie androide. 

Dios... es como si estuviéramos volviendo al jodido pasado. Como si los poderosos jamás lograran aprender la lección de todo esto. Ejerciendo su poder frente a minorías las cuales no tienen la culpa ni el poder de cambiar la situación. No como ellos. Ni siquiera teniendo un mísero gramo de responsabilidad en todo lo ocurrido. 

Aun así, las autoridades afirmaban su decisión como una medida necesaria. 

Suspiro pesadamente con solo pensar en todo lo que ocurre en las últimas horas en la ciudad. Cargándome ligeramente en la pared del vagón parcialmente vacío a la vista. Bajando mi pasamontaña a la altura de mi cuello. Intentado respirar algo de aire fresco antes de tener que exponerme al frío del exterior nuevamente, en búsqueda de Markus. 

Como medida casi desesperada, tuve que ocultarme lo suficiente para cubrir cualquier señal de mi paradero en ese lugar con variadas capas de ropa. Ocultando mi cabello rojizo en la capucha de mi chaqueta como también usando un pasamontaña que cubriera la mitad de mi rostro para agilizar mi propósito y que me abrigara del frío. 

Además de ocultar mi presencia de Connor. 

No podía dejar a la suerte la posibilidad de que me reconociera. Ni siquiera a la distancia por su sistema androide, obligándome a tomar una considerable distancia de su posición. Con sus últimas palabras tras nuestra última discusión en la sala de evidencias, había dejado en claro su posición respecto a todo lo sucedido. Había escogido su bando. Y evidentemente era diferente al mío como al de Hank. Con solo pensar en lo que Connor era capaz de hacer para lograr su misión... lograba inquietarme. 

Incluso asustarme.

Miro ligeramente hacia mi costado, notando que sigue de pie justo frente a la compuerta del vagón. En completo silencio. También ha decidido camuflarse, usando un atuendo abrigador junto a prendas oscuras que fácilmente lo hacía pasar desapercibido como un divergente entre todos los androides. Carajo, debo admitir que era jodidamente listo. Y eso lo hacía tomar la ventaja.

Finalmente, el vagón se detiene frente a la estación Ferndale. Y al instante puedo notar que esta es nuestra parada.

Connor es el primero en descender. Imito su actuar, manteniendo el margen de distancia entre ambos con cierta precaución mientras el vagón a nuestras espaldas vuelve a tomar su curso, dirigiendose hasta la siguiente estación a pesar de que se mantiene completamente vacío. Lo observo con completa atención a su próximo movimiento. Parece analizar su alrededor en silencio, mientras en su mano pareciera que mantiene un símbolo que estuviese buscando. Al parecer lo logra con rapidez, analizando una de las paredes frente a él para encaminarse hasta la salida de la estación sin mirar atrás.

failure | connor [dbh]Where stories live. Discover now