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6 de noviembre, 2038

21:37 p.m.

Connor



Al ver el estado en el que se encontraba el teniente Anderson, me dispuse a conducir hasta la escena del crimen.

Juliette fue mi copiloto. Al sentarse a mi costado, se mantuvo en completo silencio durante todo el viaje, mirando por la ventana como hacía de costumbre, mientras el teniente dormía en los asientos traseros, rodeado de nuestro silencio. 

En ese momento puedo deducir la razón del silencio de la subteniente hacia mí, haciéndome permanecer del mismo modo. Imitando su acción.

Realmente no pareció gustarle mi actitud hacia ella en las afueras de su domicilio hace un par de horas atrás. A pesar de creer que fue lo correcto para asegurar el éxito de la investigación, una parte de mi quiere hacer las paces con ella. Pero puedo intuir que la respuesta por su parte será negativa. 

Al parecer es una persona bastante rencorosa.

Nos aproximamos hasta el lugar en el menor tiempo posible. Al detener el vehículo frente al club, dirigí mi mirada hasta la subteniente a mi costado. 

Permanecía con su mirada fija en el letrero del Edén Club en completo silencio. No tiene intención de dirigirme la mirada, aunque puedo deducir que da cuenta que la estoy observando por el rabillo de su ojo. Decido no dirigirle la palabra, limitándome a ejercer mi misión.

—Despierte, teniente. Ya llegamos.

Gracias a mis palabras, logra despertar bajo constantes quejidos. Juliette lo observa a través del espejo retrovisor con una expresión de irritación. Realmente no parece gustarle este tipo de situaciones, aunque supo manejarse con eficacia cuando desembriagamos al teniente.

¿Cómo lo habrá aprendido?

—Dios. Siento como si me estuvieran taladrando mi pobre cráneo —se queja por lo alto tomando su cabeza entre sus manos, finalmente despertando. Al darse cuenta que el vehículo está detenido, ve a través del cristal mostrándose confundido por nuestro paradero— ¿Seguro qué ya llegamos?

—Es la dirección que reportaron.

—En un club... sexual —termina Juliette, con un tono de voz bastante incrédulo a mis palabras.

¿Por qué cuestionan de esa forma qué sea en este lugar?

—De acuerdo... —duda por unos momentos, soltando un suspiro antes de dirigirnos la mirada— A trabajar.

Con algo de dificultad, ambos observamos como logra bajar del vehículo entre más quejas por su parte. Inconscientemente busqué su mirada, y ella ya estaba observándome con la misma expresión. No decimos palabra, limitándonos a seguirle el paso.

Al hacerlo, nos encaminamos hasta la entrada del lugar, deteniéndonos a las espaldas del teniente Anderson, que observa en silencio el lugar.

—Las androides más sexis de la ciudad —lee en voz alta. Al instante me observa con una expresión burlona en su rostro— ¡Ya entiendo por qué insististe en venir!

Escucho una ligera risa por parte de Juliette a mi costado, pero cuando volteo en su dirección, su expresión vuelve a permanecer seria. Me limito a no decir nada, adentrándonos hasta el lugar. 

Las publicidades son explicitas, puedo notar como el teniente evita mirarlas mientras Juliette no despeja su mirada de ellas, con curiosidad. Al abrirse las compuertas frente a nosotros, nos encontramos en un pasillo donde varios androides están esperando ser alquilados. 

failure | connor [dbh]Where stories live. Discover now