Chisato está llena de secretos.

101 14 6
                                    


Aún en la penumbra, intenté creer que había un rayo de luz que nos libraría de esta situación. Chisato se encontraba sentada contra la puerta mientras yo hundía mi cara en mis rodillas, meditando.

- ¿Y si usas tu celular para llamar a alguien? - Sugerí en un pequeño hilo de voz. Estaba claro que la paciencia se había agotado al igual que mis fuerzas, resultó que esa puerta era más dura de lo que aparentaba.

Chisato apretó sus labios en un puchero.

- Ya me has dicho eso como tres veces - Exhaló disgustada -. No tengo señal.

- ... Bueno.

A decir verdad, aunque tuviera señal, ¿A quien llamaríamos? ¿A Fuki o alguno de los suyos?. Todo lo que ocurrió me hizo entender una cosa y era que ellas estaban detrás de todo esto.

Miré a mi compañera de rojo, quien dejó su celular encendido para tener algún tipo de luz entre nosotras y recosté mi cabeza sobre la madera.

Nos conocíamos tan poco.

Apenas dos días y lo único que sabía era su nombre...

Abrí mi boca, dispuesta a preguntarle algo, pero recordé que no le había dicho el verdadero motivo de traerla ahí.

- Chisato.

Ella volteó a mirarme.

- ¿Hmm?.

Vacilé en contarle la verdad, después de todo, lo que hacia era con la finalidad de terminar con su cómoda posición social. Ella parpadeó, expectante a lo que estaba a punto de decir, cuando soltó algo inesperado.

- ... Puede que mis colegas te traten como basura, pero confía en mí. Yo también quiero acabar con esta pesadilla.

Parecía que tenía más por decir, pero se mantuvo en silencio por si me dignaba a continuar. Suspiré cerrando los ojos y dejando todo el peso de mí cabeza en la puerta.

- Parece que me engañaron de la forma más tonta del mundo - Reí por lo bajo, recordando el ligero intercambio que tuve con Kurumi -. Vine por información sobre el instituto, pero parece que aquí solo hay polvo y desesperación.

- Y tocaste mis tetas - Agregó con algo de gracia la otra.

Solté una pequeña carcajada - . Y claro, hay tetas - Pero el cambio de humor no duró mucho. Me sentía como una tonta por meter a alguien más en una situación incómoda.

- Takina - Chisato sonaba cerca de mí, por lo que dirigí mi vista a ella para encontrarnos de frente, ella sentada a horcajadas en mi regazo. Me sobresalté por lo repentino y por no haberme dado cuenta de eso antes. En su mirada pude contemplar la seriedad de lo que quería decirme, así que, sin más, la dejé en su lugar.

- No te he dicho la razón por la que te acepté a la primera - Sus brazos vacilaron, pero luego de sus palabras, los acomodó a cada lado de mi cintura. Si ella no me estuviera contando algo tan serio, ya la habría separado. Tragué en seco y seguí con la mirada fija en ella -. La verdad es que-- ¿¡Uh!?.

- ¿¡Eh!?.

Para sorpresa de ambas, se escuchó un pequeño "click" en la cerradura, seguido de un fuerte rechinar de las bisagras.

La puerta se abrió. ¡Se abrió!.

No tuve tiempo para reaccionar. Chisato cayó sobre mí, presionando mi pecho contra el suyo y haciendo que me faltara el aire.

- ... Uh, vi una pequeña luz por debajo de la puerta y decidí abrir - Comenzó torpemente la que nos abrió. Por la forma en que nos miraba, entendí que tenía pena y vergüenza al vernos a Chisato y a mí en nuestra peculiar posición.

La rubia se enderezó en seguida, tendiendo su mano para ayudarme a lo cual me negué.

- ¡Mira, Takina. Es una Radiatta como tú!.

- ... Me llamo Erika. Creo que eres la Takina de la que tanto hablan por los pasillos - Ya incorporada, ella me miró a los ojos con una sonrisa forzada.

- Supongo que sí, esas de rojo no saben hacer otra cosa-

- ¿Puedo pedirte un favor aunque a penas nos conocemos? - Miré con el rabillo del ojo a Chisato, quien había retrocedido al sentirse excluida. Mi cara se generó un poco, pero asentí -. ¿Puedes dejar de llamar tanto la atención?, Tarde o temprano las Radiatta sufriremos un peor trato por tus acciones.

[°°°]

Luego de perder a Erika por los corredores, Chisato tomó mi mano y la apretó con fuerza.

Los ojos carmesí ahora se asemejaban a la sangre fresca más que a cualquier otra cosa.

¿Estaba de mal humor?.

- ¿Qué sucede?.

- Hablaremos en la noche, más te vale no dormirte temprano.

Lycoris Radiatta.Where stories live. Discover now