Jacob D'Angelo

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Luego de la intrigante llamada del amigo de Max, pasamos primero por casa para dejar las cosas y cambiarnos de ropa antes de ir a su encuentro. Cuando salíamos encontramos a Ayla quién no para hasta lograr que la llevemos con nosotros.
Mi prima es muy curiosa por no decir chismosa. Ella, es la única aparte de Piege a la que le cuento todo, así que no es de extrañar que quiera venir. Además de que es bastante protectora conmigo, quizás debido a que yo lo fui con ella cuando éramos pequeñas.

Recuerdo cuando conoció a Kevin. Solo lo vio una vez y apenas nos quedamos solas, me dijo que él no era para mí, que no le parecía trigo limpio. Ni que decir que terminamos discutiendo. En ese momento Kevin era lo más importante para mí, al menos eso creía.

   Vuelvo a la realidad cuando Max aparca el coche en la puerta de uno de los más prestigiosos hoteles de Richmond, en el centro de la ciudad.

Jake se encontraba hospedado en la suite, pero nos indicó que preguntáramos por él en la recepción, por sí, cito textualmente… «No me gusta la cara de los camareros del servicio de habitaciones»
  En recepción nos indican sin demora su ubicación, por los tres nos dirigimos al restaurante en el que nos dicen que se encontraba desayunando. Ayla y yo éramos guiadas por Max, quién sostenía mi mano, con sus dedos entrelazados a los míos. Paramos frente a una mesa, la más alejada y se podría decir que la que más privacidad otorgaba, en ella se encuentra sentado un hombre de cabello castaño, corto a los lados y un poco largo arriba, rizándose en las puntas. Está sentado, pero aun así parece gigante. Su cuerpo fornido y musculoso, lleno de tatuajes en los brazos, intimidad bastante. Sin embargo, son sus ojos los que me hacen sentir un poco de temor hacia este hombre. Unos ojos de un color ámbar, que, a pesar de la calidad del color, su mirada es fría y analítica cuando me mira. Su rostro, dios, este hombre muy fácilmente pudiera ser comparado con uno de los más hermosos que he visto. Es pura belleza masculina. Creo que me quedo demasiado tiempo viéndolo fijamente. Él, por su parte, solo enarca una ceja, provocando mi sonrojo.

—Deja de asustar a mi chica idiota. —regaña Max, dándole un manotazo en el hombro.

  —Considero que tu chica —pronuncia con una voz gruesa y haciendo comillas con las manos, destacando la palabra chica —, no me tiene miedo, puede que le guste yo más que tú. Pero nadie lo puede evitar, eres demasiado feo. Estoy seguro de que a tu madre, le dijeron que si no llorabas eras un tumor, lástima que si lo hiciste, podrías haberle evitado vergüenzas a la señora —habla con seriedad, como si en vez de burlarse de su amigo, estuviera en una sería y aburrida reunión de negocios.

    —Lo que tú digas niño bonito. A mí, pequeña hada, le aburrirías, eres demasiado serio, aunque ella solo me quiere a mí —se jacta el de ojos bicolor, que nada tiene que envidiar al otro. Él es el único que provoca el revuelo en mi estómago, los violentos latidos de mi corazón. Los demás, son solo una cara bonita para mí.

   —¿Así que solo te quiero a ti? —pregunto, enarcando una ceja.

   —Es algo que no puedes negar, dado los recientes acontecimientos —argumenta, guiñándome un ojo. Y qué puedo decir, quizás me deba de acostumbrar a tener las mejillas sonrojadas cuando estoy cerca de Max.

    —Muy bien Romeo y Julieta, ¿Nos vamos a sentar o no? —se queja Ayla, recordando su presencia —Hola, soy Ayla por cierto. —Jake la mira de arriba abajo, demasiada inspección diría yo, para luego simplemente asentir —y ¿Tu nombre es?

   —No es necesario que sepas mi nombre, no creo que nos volvamos a encontrar. —responde desviando la mirada e ignorándola, mientras toma un poco de café, con toda la tranquilidad del mundo.

   —Gracias a dios, no creo que pueda aguantar tanta seriedad en más de una ocasión —voltea los ojos sin dejarse intimidar y yo solo la miro. Me encanta esta Ayla en la que se ha convertido.

Indeleble/ Melodías del Alma Libro I  #pgp2023Where stories live. Discover now