Este na'vi baja de la criatura y como un acto de defensa, Neteyam saca su daga y se pone en posición de ataque, pero esto no pareció intimidar a ese na'vi en absoluto.

Uxotsio—La escucho, ahí se dio cuenta que era una chica, aunque tenía la voz un poco ronca.

—¿Qué?—le preguntó confundido relajando su postura. La examina mientras la chica camina a él.

Su color de piel era lo menos raro de ella, sus pies eran lo más extraño, pero esa extraña forma la ayudaba a no unirse en la arena.

Yxen ketsin—Neteyam niega con la cabeza dándole a entender que no la entiende.

—No se lo que me dices. ¿Hablas español o...?—cerró la boca cuando la chica quedó en frente de él. Esta que no se hundía en la arena se veía más alta que él.

—Vuelve por donde viniste. Los azules no son bien vistos aquí—dice la chica acercándose cada vez más a su cara.

—No puedo—responde.

—¿Porqué?

—No sé como. Si pudieran ayudarme—le dice, pero la chica niega con la cabeza. —Por favor.

—Que el desierto sea amable contigo—le dice volteando para regresar a su criatura. Neteyam no se daría por vencido, era la única persona a su alrededor y no estaba dispuesto a encontrar a las personas que piensan que no es bienvenido.

—Por favor, espera—le dice y la chica voltea gruñendo.

—¿Qué!—grita.

—No se como regresar, yo no quería venir para empezar. Me secuestraron—esa palabra confundió a la chica. —Me tomaron prisionero y la nave, esa... —Neteyam apuntó al humo lejano. —... Cayó y quedé varado aquí.

—¿Y eso que me importa?—pregunta. —Vuelve por donde viniste, estraño. O muere intentándolo.

—No creo que quieras que muera.

—¿Porqué piensas eso?—pregunta ladeando la cabeza. Neteyam sonríe nerviosos.

—Me salvaste la vida—dice él. La chica gira los ojos en dirección a la larva de arena que se estaba acabando de comer su criatura.

—Yo no te salve. Miszi tenía hambre—lo corrige. Neteyam ve a la criatura levantando la cabeza mientras se tragaba el último pedazo de la larva gigante.

—Bueno, al menos puedes hacer tu acción buena del día—le dice recibiendo un golpe de la chica.

—Tu brujería no hará efecto en mi, extraño.

—No era brujería, era una sujerencia—le dice Neteyam. La chica frunce el ceño. —Te propongo algo, ayudame a volver y nunca me volverás a ver en toda tu vida.

—¿Sabes lo que me harían si me ven con un azul?—pregunta ella con agresividad. Esta la apunta con su lanza poniendo la punta en el cuello. —Mejor te ahorrare la agonía matandote ahora.

—¡No, por favor!—grita Neteyam cubriéndose con las manos y cerrando los ojos esperando a sentir la apuñalada, pero nunca llegó, en cambio sintió una ligera acarisia en la mano con la que se cubría la cara.

Cuando abrió los ojos vio un bicho estraño. Era blanco y terminaba en punta, al parecer en al cabeza estaba sus alas, podía escuchar su aleteo. Lo que más le sorprendió fue la cara de la chica roja. Le brillaban los ojos viendo el bicho.

Sea lo que sea, ese bicho extraño hizo a la chica bajar su lanza y ver con maravilla esa cosa.

—Axirin'szen—dice. Neteyam ve la tierra como ese bucho en forma de gota salía de la arena y comenzaba a volar.

Se pusieron en sus brazos y uno en la punta de la lanza de la chica. Después de un segundo estos se vuelven a enterrar en la arena acabando con esa atmósfera de paz.

—¿Que eran esos bichos?—pregunto Neteyam.

—¿Bichos? No son bichos—dice la chica. —Eran mensajeros—lo corrige viendo la arena. Neteyam se ponía de pie confundido por lo que había pasado.

—¿Y que dijeron?—pregunto nervioso. Pudieron decirle muchas cosas.

—Sin sangre—dice la chica. —Ven. No te voy a dejar aquí.

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CORAZÓN DE ARENA | NeteyamWhere stories live. Discover now