La familia Sully ha crecido.
Esta historia sigue a la hija biológica mayor de Jake, Sylwanin, mientras acompaña a su familia a través de pruebas y tribulaciones.
Los lazos de la familia serán probados.
Y se formará un nuevo vínculo.
Cierto vínculo c...
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Payakan se estrelló contra la cubierta haciendo que casi todos perdieran el equilibrio. A su repentina llegada, todo se sumió en el caos. La tribu atacó y Payakan se volvió loco dando vueltas y golpeando cualquier cosa lo suficientemente cerca. Los soldados le dispararon pero las balas no lo alcanzaron. Se disparó un arpón explosivo contra Payakan, pero lo desvió con facilidad. Rugió de ira, tirando de sí mismo fuera del barco y de vuelta al agua.
En el agua, continuó causando estragos arrojando un bote fuera del agua sobre la parte trasera del barco. Entonces el barco se sacudió hacia adelante.
"Oh, gran madre", las palabras sin aliento dejaron mis labios mientras la nave aceleraba, directamente hacia un montón de rocas. Golpeamos las rocas a toda velocidad lanzando la alta nave por los aires. Los cuatro estábamos llenos de la sensación al revés de caer. Me agarré a la barandilla con fuerza cuando el barco golpeó el agua, sintiendo como si hubiera tocado el suelo. El metal gimió al entrar cuando nuestros cuerpos fueron arrojados al suelo. Un gruñido sonó de mí cuando mi sien se estrelló contra la barandilla.
"¿Estas bien?" preguntó Lo'ak.
"Estoy bien", siseé alzando la mano para ver el lugar dolorido. Cuando retiré mi mano, vi sangre carmesí goteando por mis dedos. Sacudiéndome, continué luchando con las ataduras.
"¡Neteyam!" mi cabeza se inclinó hacia un lado sonriendo brillantemente cuando Neteyam corrió hacia nosotros.
"Oye hermanito, ¿necesitas ayuda?" Neteyam preguntó con una amplia sonrisa liberando a Tsireya.
"Cállate y suéltanos", resopló Loak. Neteyam se detuvo brevemente al ver el corte en mi frente.
"Siempre terminas herida", dijo en un tono burlón y regaño. Sonreí cuando me soltó, lo abrazo con fuerza.
"Te quiero", resoplé.
"Está bien", dijo Neteyam dándome un rápido apretón antes de pasar a Tuk. Cuando la liberó, se volvió hacia nosotros.
"Saca a Tuk de aquí", dijo. Asentí tomando a Tuk en mis brazos y corriendo hacia el agua. Nadamos un poco antes de salir a la superficie. Fruncí el ceño buscando a mis hermanos. Deberían haber estado aquí. Antes de que pudiera comprender completamente mi preocupación, fue reemplazada por una nueva. Kiri gritó por el agarre de un ikran mientras la llevaba a la nave.
"Tenemos que volver por ella", las palabras de Tuk explicaron perfectamente mis sentimientos.
"Tuk, espera", llamó Tsireya.
"Los Sully se mantienen unidos", dijo Tuk antes de sumergirse bajo el agua. Sus palabras eran ciertas. Nuestros hermanos todavía estaban en ese barco. Rápidamente la seguí mientras nadamos de regreso a la cubierta. Saliendo del agua me arrastré por el suelo con Tuk y Tsireya. Extendí la mano para decirles a los demás que se detuvieran cuando pasó un soldado.
"Tuk, tu cuchillo", susurré. Ella lo entregó y cuando la costa estuvo despejada corrí hacia donde estaba retenida Kiri.
"Nin", exclamó Kiri aliviado. Sonreí rápidamente ahuecando su mejilla cuando pasé junto a ella. Tsireya saltó la barandilla sujetando el manguito mientras comenzaba a cortarlo. Sin embargo, eso fue detenida por algo que se estrelló contra mi espalda. Se sentía como un pie, pero no podía estar segura. Mis costillas se estrellaron contra la barandilla cuando el cuchillo cayó al agua junto a Tsireya. Al instante me quedé sin aliento y cuando me di la vuelta para ver a mi atacante, me encontré con un golpe en la cara.
"¡Nin, Tuk!" Kiri gritó preocupada. En mi aturdimiento, fui esposada a la barandilla una vez más. Sacudo la cabeza, traté de parpadear a través de mi mirada borrosa. Ese golpe realmente me sacudió.
"Nin", parpadeando, respiré hondo y me concentré en Tuk, que también había sido esposada a mi lado.
"¿Estas bien?" Yo pregunté mirando hacia Kiri.
"Debería estar preguntándote eso. Te ves mal", se rió entre dientes moviendo sus manos esposadas para agarrar las mías. Odiaba cómo sonreía a través del miedo.
"Vamos a estar bien", susurré, dije mirando entre ella y Tuk. Luego volví mi mirada hacia los soldados que se estaban instalando a nuestro alrededor.
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Aonung nadó hacia su hermana con los ojos muy abiertos mientras subía a las rocas. No podía creer lo que veía frente a él. Lamentos de desesperación resonaron a su alrededor. Todavía estaba luchando por entenderlo cuando Jake habló.
"Escúchame, tienen nuestras hijas", las orejas de Aonung se aplanaron ante las palabras que escuchó.
Narra Aonung
La tenían, tenían a Sylwanin. Sentí como si alguien me hubiera metido la mano en la garganta y me hubiera apretado el corazón.
"Iré contigo", hablé cuando Jake pasó junto a mí. Me echó un vistazo.
"Está bien", asintió.
"Aonung", me llamó Tsireya en voz baja, rogándome que no fuera con sus ojos.
"Tengo que ir, Tsireya. Mi corazón es de ella", susurré. Necesitaba salvarla, hice un voto. Mi preocupación por ella me consumía. Me llenó de rabia por los hombres que se la habían llevado. Mis ojos se entrecerraron con determinación mientras saltaba al agua siguiendo a Jake.
