Tal vez (EDITANDO)

27

Lo que tanto me lleno de miedo se volvió real.  

Desde esa noche que peleamos no conseguimos estar bien. Cuando las cosas parecen que se ponen en su lugar, algo ocurre y la tormenta vuelve. Como si no tuviéramos un descanso.

Hay días que ni siquiera hablamos porque sabemos que vamos a pelear, y lo que menos queremos es discutir. Las peleas constantes desgastan una relación ¿cierto?

Cinco días pasaron de la noche que Caleb se fue de fiesta luego de haber peleado, y fueron cinco días de discusiones. 

Hoy vuelve de su viaje largo, al fin. Con esto de las peleas parece que ese viaje se hizo eterno y fue más que una semana. Lo eche tanto de menos, que lo único que quiero hacer al verlo es abrazarlo y decirle que dejemos de ser unos idiotas.

El autobús se detiene en la ciudad, y como era sabido, muchas de sus seguidoras se encuentran aquí. En una semana consiguió más fama de la que tenia cuando se fue, tanto que ya tiene su primer club de fans oficial.

Caleb se baja del autobús, y se encuentra regalandole sonrisas a sus admiradoras. Las chicas respetan su espacio para así poder conseguir una foto con él o una firma. Una chica le pide que salude al club de fans, y él lo hace con mucha alegría. Los canales de música de la ciudad entrevistan a la nueva sensación del momento, y Caleb contesta cada una y todas de las preguntas que le hacen. Incluso las que hablan sobre el amor, a las cuales él responde sonriendo como si todo estuviera bien en ese tema, cuando en realidad... no creo que sea así.

Sus ojos se posan en los míos y ambos suspiramos. Su barba esta crecida, sus ojos están cansados, pero aun así sonríe con simpatía. Y odio el hecho de que ese gorro de lana gris le quede perfecto. Estoy enojada con él como para encontrarlo atractivo. Pero a quien quiero engañar, mi enojo no es tan grande como mis ganas de abrazarlo.

Caleb sigue contestando a las preguntas, y a los gritos de sus seguidoras, hasta que por fin consigue liberarse de todo eso, y se acerca a mi. Las chicas de su club de fans saben quien soy, y algunas de ellas me miran de mala manera, otras me sonríen y otras solo me ignoran.

Un flash a mi derecha me deja casi ciega, y luego veo a un paparazzi observando la fotografía que obtuvo. 

Genial.

–¿Podemos ir a un lugar... privado? –le pregunto, y él asiente.

Caleb le hace señas a un taxi y el taxista hace caso omiso al hecho de que esta llevando a la ultima sensación de la ciudad. Si no fuera por la música que esta escuchando el hombre que conduce, el viaje seria más incomodo.

El taxista sigue la dirección que le indica Caleb, y yo frunzo el ceño. Esa dirección no me es conocida.

–Me asignaron un departamento –me informa.

–Guau... Realmente eres una sensacion –digo sin emoción. No tenia idea de esto, no tenia idea siquiera del tatuaje que llevaba en su muñeca. El nombre de Amelie esta allí con una letra hermosa.

Suspiro y calmo a mi mente. Siento que estoy viajando con alguien nuevo, y no con Caleb de siempre. Más allá de la fama, hay alguien nuevo aquí.

Llegamos al lugar en donde se encontraba el departamento, y Caleb paga por el viaje. Cuando entramos al edificio, el señor de la recepción reconoce a Caleb inmediatamente y le sonríe, él le contesta a la sonrisa con un asentimiento de cabeza y entramos al ascensor.

–¿Cómo va todo por aquí? –me pregunta cuando las puertas se cierran.

–Danny esta enamorado –sonrío recordando las sonrisas de Danny al hablar con la chica misteriosa que aun no nos permite conocer– Amber y Tyler creo que empezaron algo.