Tal vez (EDITANDO)

Capítulo extra: lo que fue de Isis y Caleb.

5 años después...

Isis

El tiempo se pasó demasiado rápido para mi gusto. Terminé el bachillerato, y al poco tiempo me vine a vivir a Nueva York por mis estudios. Mis padres se encargaron de mi, hasta que pude conseguir empleo y ya le quite ese peso de encima. Ellos me decían que no era un peso, pero aun asi, queria poder hacerme cargo de las cosas por cuenta propia.

Y de hecho, no me va mal. Ni a nivel laboral, ni en los estudios. Estoy estudiando literatura, y este fue un cambio sorpresivo en mi vida, pero fue el camino correcto. Cuanto más me adentro en la carrera, se que esto en verdad es lo mío, y que no me equivoque al elegir este camino. No hay mejor satisfacción que esa; sentirse bueno para algo, y saber que no te confundiste al elegir.

Realmente echo mucho de menos a mis padres, y a Max. Es por eso que pedí adelantadas las vacaciones en el trabajo, aprovechando que tambien tengo vacaciones de la universidad, asi que puedo ir a visitar a mis padres. Saber de ellos más allá del skype. Es triste acostumbrarse a la idea de tener solo ese contacto con ellos, son más que una imagen en la pantalla.

Y ya que visito a mis padres, también podré ver a Amber y Danny. Los tres nos fuimos por caminos diferentes a continuar con nuestros estudios universitarios, y por suerte, pudimos coordinar para llegar a Duluth casi al mismo tiempo.

Hemos crecido. Antes bastaban dos o tres mensajes para coordinar alguna salida, pero ahora se tiene que tener en cuenta el trabajo, o el estudio. Y a veces hasta es muy difícil estar los tres via skype. Pero tuvimos la suerte de tomarnos las vacaciones al mismo tiempo para volver a nuestra ciudad natal.

La vida adulta puede considerarse una trampa, pero esta en la etapa de crecer y aprender.

Me encuentro empacando mis cosas cuando Michelle, mi compañera de departamento y gran amiga, se aparece en mi habitación.

—Voy a echarte de menos —dice y se sienta en la cama, observando mis movimientos mientras come una torta de chocolate. Su favorita.

—Solo serán dos semanas.

—Suena como a un mes.

Me río.

—No exageres.

—No exagero. Hasta Cory te echara de menos.

Suspiro ante su mención. Cory es un compañero de trabajo, el cual no ha dejado de insistir por tener una segunda cita conmigo. Cabe aclarar que viene insistiendo hace meses, y a decir verdad, no la pase mal en la primera cita, de hecho él es muy amable, atento y simpático.

El problema es que luego de esa cita, hablábamos todos los días, y ya comenzaba a sentir algo. La idea de volver a dejar mis sentimientos al descubierto, me asusta demasiado. Es por eso que me alejé de Cory, solo es mi compañero de trabajo, me obligue a mi misma a verlo de tal manera. Y aunque me cueste, sigo en la práctica.

—Tal vez este tiempo lejos, me ayude.

—Isis, han pasado cinco años. Tienes que darte el placer de sentir.

Sentir luego de un corazón roto, asusta a cualquier persona. Supongo que es algo normal, nadie quiere volver a sentir como todo tu ser se destroza al ver que la persona que dice amarte, te traiciona.

Pasaron cinco años desde mi ruptura con Caleb, pero aun así, desde ese entonces, no me he animado a estar con nadie más. He estado tan ocupada de mi, y de mi futuro que me olvide de sentir. Los chicos que me llamaban la atención me terminaban aburriendo, o me alejaba al darme cuenta de que eran unos idiotas. Por esa razón, me olvide lo que era sentir algo por alguien. Hasta que Cory apareció, y aquí estoy, queriendo huir de lo que siento.