Park t/n, 18 años, hija de uno de los empresarios más importantes de todo Corea. Amable y tierna con quienes ama, algo distante con los demás pero agradable.
Lee Heeseung, 23 años, hijo de uno de los empresarios más importantes de todo Corea. Amable...
Retiré lentamente la playera de Hee y la arrojé al suelo, después de eso se puso más cerca de mí y en serio que me encontraba muy nerviosa pero me estaba gustando. Además, cada que él tocaba o besa alguna parte de mi cuerpo lo hacía con mucha delicadeza cosa que hacía que soltara uno que otro jadeo. Si somos honestos, ninguno había hecho esto jamás, ambos éramos nuevos en esto, sé que también Hee se encontraba nervioso y tanto él como yo nos decíamos o hacíamos sentir bien.
Después de tantos besos y eso, retiró su pantalón dejándome ver un gran bulto entre sus piernas, nuestras respiraciones estaban muy agitadas y nuestras temperaturas corporales aumentaban pidiendo algo más que unos besos y tocadas. Retiró mi pantalón y comenzó a acariciar muy cerca de mi pelvis, por mi parte con una mano jugaba con su cabello y con la otra acariciaba su gran espalda.
Comenzó a decir cosas muy lindas, ambos estábamos muy nerviosos. Al principio dolió e iba lento y con delicadeza para que no me lastimara. Para no ser muy explícita, al terminar Heeseung me dio una mirada muy tierna y besó mi frente, posteriormente me dio su gran playera y él se puso su boxer para así enrollarme en un fuerte abrazo y quedarnos en un sueño profundo.
Antes de quedarnos dormidos él dijo algo.
Heeseung: te amo princesa.
- También te amo cariño.
Besé su mejilla y me volteé ahora sí quedando dormidos.
HEESEUNG POV:
Me encontraba feliz, ya que esta noche fue la mejor de mi vida, lo que la noche y las estrellas presenciaron no sólo fue que tuvimos sexo, fue más que eso. Al principio tenía miedo de lastimarla pero después de que mi princesa me dijera cosas lindas y me acariciara de una manera tierna pero con mucha pasión hizo que me quitara ese pensamiento, algo en ambos pedía cada vez más así que subía mi ritmo sin hacerle daño.
Le di mi playera para que no se sintiera completamente desnuda, por mi parte me puse el bóxer y la abracé dándole un tierno beso en su frente, acto seguido le dije que la amaba y ella dijo lo mismo para después caer en un sueño profundo.
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A la mañana que desperté aún sentía sus brazos en mí, para ser honesta tenía un ligero dolor en mi zona pelvica pero nada que una pastilla no arreglara. Me giré lentamente hacia con Heeseung y se veía muy lindo, parecía un ángel, sus facciones muy relajadas y su respiración muy lenta.
Lo observé unos minutos cuando vi que comenzó a abrir sus ojos y desvié los míos porque sentí nervios.
Heeseung: Buenos días princesa.
- Buenos días cariño.
Me sonrió y depositó un casto beso en mi frente. Nos quedamos unos minutos así hasta que un sonido proveniente del estómago de Hee hizo que nos rieramos.
Heeseung: Creo que con lo de anoche no fue suficiente —dijo de forma coqueta y tierna a la vez—.
Me sonrojé y puse mi cara entre su pecho.
Heeseung: Amor, ¿te sientes bien? ¿no te lastimé?
Negué y le dije que todo estaba bien, que sólo sentía un poco de dolor pero que se me pasaría.
Heeseung: Vamos a bañarnos para así comprar una pastilla para el dolor y otra de prevención.
Cierto, ahí fue cuando recordé que él no uso ningún preservativo.
- Síp.
En lo que Hee se bañaba me quedé un ratito más acostada, en eso se me vinieron recuerdos de anoche y sentí mi cara arder.
- Fue la mejor noche, ¡no lo puedo creer! —dije para mí misma—.
Desvié mi mirada cuando vi salir a Heeseung con una toalla envuelta en su cintura ¡WOW! Sé que vi y toqué todo anoche pero ¡WOW!
Heeseung sintió mi mirada y vi cómo se le hizo un rubor en ambas mejillas.
Heeseung: Listo cariño.
Reaccioné y me paré con delicadeza en dirección al baño, le sonreí y me di una calientita ducha. Me lavé los dientes y ahí mismo me cambié poniéndome algo cómodo.
Salí y la habitación estaba completamente vacía, me dirigí a la cocina y ahí estaba él con una gran sonrisa en su rostro, me acerqué y le di un beso en su mejilla izquierda.
Heeseung: ¡Wow! Estamos conectados, ehh!
Levanté una ceja y después vi con atención lo que traía puesto.
- Obvio.
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Nos reímos y me tomó de la cintura haciendo chocar nuestros cuerpos para así darme un tierno beso en los labios.
Primero pasamos a una farmacia a comprar las pastillas, me las tomé y después fuimos al mismos de ayer a desayunar.
Llegamos y nos atendió la misma señora de ayer.
Mesera: Ayyy, me da gusto que hayan venido de nuevo, ¿qué desean pedir?
- Yo quiero Bibimbap sin huevo y un café, por fis.
Heeseung: Yo también pero con huevo.
Mesera: ¿Sería todo?
Los dos asentimos y la mesera se fue. Heeseung iba a hablar pero le entró una llamada.
Heeseung: Es Jake —volteó sus ojos en forma de broma—.
Mientras estaba en llamada me dispuse a mandarle mensaje a mi familia y les mandé algunas fotitos, a los minutos los tres contestaron e hicieron comentarios divertidos y lindos.
Heeseung: ¡Agh! Mocoso, eso no se pregunta —dijo bromeando—?
Escuché decirle Jake y reí.
Heeseung: Obvio. Yo le digo, no te preocupes cachorrito.
Heeseung: Ajá, chao. Cuídate peque.
Colgó y después soltó una carcajada.
Heeseung: Ya veo porque son mejores amigos, están igual de loquitos y son muy curiosos. Por cierto, dice que te ama mucho y que porqué no le has enviado ningún mensaje.
- Obvio, por eso lo amo mucho —reí—.
Heeseung: Pir isi li imi michi.
- Que celoso —reí—.
Llegaron nuestros platillos y dimos las gracias.
Mesera: Por cierto, ¿son esposos o novios?
Heeseung: Novios, por ahora —dijo mostrando sus blancos dientes—.
Mesera: Aww, que adorables, espero y duren muchísimo —ambos agradecimos—.
La mesera se despidió y nosotros nos pusimos a comer. Terminamos y nos fuimos a pasear.
