Park t/n, 18 años, hija de uno de los empresarios más importantes de todo Corea. Amable y tierna con quienes ama, algo distante con los demás pero agradable.
Lee Heeseung, 23 años, hijo de uno de los empresarios más importantes de todo Corea. Amable...
Sacamos todos los ingredientes y nos pusimos hacerlo, según. Porque a Heeseung se le ocurrió la grandiosa idea de aventarme harina a la cara, ¡Oh, no Lee! hiciste mal en hacer eso. Me le quedé viendo y agarré un puño lanzándoselo a la cara, así fue como empezamos a hacer una guerra de harina. Estábamos risa y risa ya la cocina era un desastre, después de eso entró Jay y Heeseung terminó lanzándole harina encima, ambos nos miramos rápidamente y paramos en seco.
Heeseung: ¡Oh, por Dios Jay! Lo siento, no era mi intención tirar hacia ti —dijo apenado—.
Comencé a reírme por la situación, juraba que Jay nos iba a regañar y se iba enojar pero no, fue todo lo contrario él comenzó a reírse y Heeseung ablandó su rostro.
Jay: No, no, está bien, los perdonaré sólo si me hacen de cenar —dijo cruzándose de abrazos y con una sonrisa—.
-Sí, sí, ahorita nuestro querido Heeseung nos hará de cenar —le guiñé el ojo y él abrió los ojos—.
Heeseung: pero, ¿lo haré yo solito?
- Te recuerdo que hace un rato dijiste, ¿qué quieres que te haga de cenar, Park?
Jay: ¿Cómo que le ibas a cocinar a mi hermana? Nunca has querido cocinar para ninguno de nosotros y ahora resulta que hasta chef me saliste —frunció el ceño—.
Heeseung: Cállate, eso no es cierto —dijo poniéndose rojo como un tomate—.
Jay: Ajá. Bueno, si no me hacen de cenar despertaré a mamá y le enseñaré todo el cochinero que hicieron.
- ¡Agh! Como caes mal, chismoso —rodé los ojos—.
Tomé del brazo a Heeseung y nos pusimos a hacerle de cenar al odioso de Jay, ah y obviamente también para nosotros.
Terminamos de cenar y cada uno se fue a dormir, Jay le dio un cuarto a Heeseung para que ahí se quedara.
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A la mañana siguiente me metí a bañar sin ganas, hoy no quería ir a la escuela, ya que anoche nos acostamos casi a las 3:00 a.m. Salí y me cambié rápidamente, hoy me puse algo cómodo.
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Al bajar a desayunar estaban mis papás, Jay y Heeseung, los saludé y me puse a desayunar. Cuando terminamos los 3 nos dirigimos al garage para ir por la camioneta de Jay, como esta vez éramos 3 no íbamos a caber en su auto y obvio no me sentaría en las piernas de Heeseung.
Íbamos en un silencio para nada incómodo, llegamos y Jay aparcó la camioneta, ambos me llevaron a mi salón y se despidieron de mí. Cuando entré 2 chicas me miraron, les resté importancia y volteé en busca de Terry y Jake.
Taehyun: Hola, pequ3e, ¿cómo estás?
- No me puedo quejar —reí— ¿y tú?
Taehyun: ¿y eso? —dijo riendo— ah, y estoy bien.
-Me alegro, Terry. Anoche me desvelé y tengo muchísimo sueño.
Tae se río y yo le entrecerré los ojos.
Sentí mi celular vibrar, era Jake.
EN LLAMADA:
Jake: Hola Tn, ¿cómo estás?
-Super, ¿y tú?, ¿dónde estás? La clase está por comenzar —dije preocupada, ya que Jake nunca falta a menos de que esté muy enfermito—.
Jake: No creerás lo que pasó ya que llegue te cuento pero mientras podrías avisar de que no llegaré por motivos muy personales.
-Por supuesto, pero ¿estás bien?
Jake: Sí pequeña tú no te preocupes. Bueno te dejo para que ya entres a clases. Te veo un ratito más.
-Oki, cuídate.
Antes de colgar Jake me lanzó miles de beso, como no amar a este niño. Entré al salón y le comenté a la profesora que Jake no asistiría por tales motivos y ella me dijo que estaba bien.
Antes de que la clase terminara fui al baño, en serio que tomé mucha agua.
Iba corriendo, no me importó algunos regaños de los profesores di la vuelta y me tropecé con un bote de basura haciendo que perdiera el equilibrio a unos metros de ahí.
- ¡¡Auch!!
Me dolió pero logré meter las manos, así que hizo que me caída no fuera peor lo bueno fue que nadie me vio, o bueno, eso pensé yo.
Escuché una risita y volteé. ¡Ay no! por favor deseo que se abra la Tierra y desaparecer de ahí.
Heeseung: Cuidado Park, debes fijarte por dónde vas —habló con sarcasmo y soltó una gran carcajada—.
Heeseung: Oh, y esta vez no fui yo. ¿Será que el destino quiere que cada que nos veamos termines en el suelo o manchada? —volvió a reírse—.
Rodé los ojos y hablé aún en el suelo.
-Cállate Lee, no es para nada gracioso. Y no creo que sea el destino, esto fue sólo una mala jugada y las veces pasadas fueron porque eres un tonto descerebrado —solté molesta—.
Se quedó pensando y cuando vio que hice una mueca de dolor su mirada cambió y se ofreció a ayudarme, como no tenía otra opción la acepté.
Heeseung: Ya, perdona, ¿estás bien?
- ¡Agh! Cómo si importara.
Heeseung: Hablo en serio.
Rodé los ojos y seguí caminando hacia el baño. Él sólo observó y se fue a su salón.
*Otra nota informativa JAJAJ Ambos estamos en el mismo edificio, ya que estudiamos Administración de empresas*.
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Pasaron los días y hoy es el cumpleaños de Heeseung, estas 2 semanas nos hemos llevado entre bien y mal, ya que le encanta molestame y yo me enojo con él, es que de verdad es un dolor de cabeza ese niño. En fin, debo admitir que a pesar de que es un odioso a veces, en el fondo de mi existencia sí me agrada. Hoy me levanté más temprano para ir a comprarle un regalo, será algo difícil, ya que realmente tiene todo, así que buscaré algo especial.
Me levanté, me metí a bañar y me cambié rápidamente. Después de arreglarme le dije a el señor Kim que me llevara al centro comercial, ya que el señor Wang estaba de descanso.
Estuve 1 hora y media buscando algo para Bambi pero no encontraba algo que llamara mi atención.
Busqué y busqué hasta que encontré una chaqueta negra y unas botas Prada estilo militar. También conseguí 2 boletos VIP para que vaya junto a Jake a un juego de Americano y como la suerte está de mi lado vendrá su equipo favorito.
-Creo que con esto basta —fui hasta el estacionamiento y me subí al auto—.
