21. Solos En Casa 1 La Casa De Él

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A la mañana siguiente, Hinata fue a la casa de Sasuke.

- ¿Hyuga?

Éste se sorprendió al verla, no esperaba su visita.

- Hola Uchiha san. Yo... Venía a traerte algo de comida. Pensé que en tu estado te costaría preparar algo.

- Pasa.

Era la primera vez que Sasuke dejaba entrar a alguien en su casa, más bien era la primera vez que dejaba entrar a una chica en su casa.

- Con permiso.

Hinata se sacó los zapatos educadamente y entró con cautela.

- Puedes dejarlo aquí. - comentó señalando la encimera de la cocina la cual conectaba con el salón.

- Hai.

Hinata dejó lo que trajo donde le había dicho Sasuke y éste lo guardó en la nevera. Luego, vió algo encima de la mesa que le dio curiosidad. Al cogerlo y verlo de cerca se rió ligeramente.

- ¿Qué? ¿Por qué te ríes?

Hinata le mostró una diadema con orejas de gato.

- Es muy bonita.

- Era para una misión que tuve a hace un tiempo. - explicó sabiendo que era extraño que él tuviera algo así. - Jamás me lo volveré a poner.

Hinata alzó la diadema con orejas de gato hacia el rostro de Sasuke intentando saber cómo se vería con eso puesto. Éste la vió y se acercó a ella quitándole la diadema de las manos sorprendiéndola.

- Yo... Perdona...

Sasuke no quería que ella lo viera con algo que consideraba tan ridículo de llevar, pero no pretendía hacerla sentir mal. No se le daba bien disculparse así que simplemente puso la diadema en la cabeza de Hinata.

- A tí te queda mejor.

- ¿¡Eehh!? - dijo avergonzada poniendo sus manos sobre las orejas de gato

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- ¿¡Eehh!? - dijo avergonzada poniendo sus manos sobre las orejas de gato.

Nada más verla con aquello puesto, Sasuke se dió la vuelta rápidamente.

- Maldición. ¿Qué es esto? ¿Por qué me late tan fuerte el corazón?

Sasuke abrió uno de los armarios que tenía en frente suya para coger un vaso.

- ¿Te sientes bien, Uchiha san? Yo... Espera, déjame ayudarte.

Hinata se quitó la diadema y tomó el vaso que él iba a coger para llenarlo de agua.

Sasuke tenía el ceño fruncido. Sus orejas estaban ligeramente rojas y estaba mirando para otro lado evitando verla a la cara. No sabía por qué se sentía tan nervioso tan de repente. Tomó el vaso que tenía ella en la mano y se tomó una de sus medicinas pensando en que quizás así aliviaría sus síntomas.

Byakugan no Hime: La Historia Detrás De La PrincesaWhere stories live. Discover now