⚠️ Historia mayormente SASUHINA con un poco de NARUHINA ⚠️
¿Qué pasaría si Sasuke y Hinata hubieran tenido algún tipo de interacción y poco a poco se hubieran acercado más el uno al otro? ¿El amor de Hinata por Naruto seguirá o su corazón empezará a...
Los próximos días, Hinata y Lee fueron acercándose cada vez más ya que pasaban todo el rato juntos en el hospital.
Pasado un par de días decidieron dar de alta a Hinata. Ko la fue a recoger al hospital ya que aún no se había recuperado del todo y los médicos la recomendaron seguir guardando cama en casa. Por otro lado, Lee debía seguir aún hospitalizado debido a sus graves lesiones.
- Estaré aburrido ahora que te vas, Hinata san.
- Lo siento... Pero volveré para visitarte, Lee san. - Dijo ella sonriendo a su ahora ex compañero de habitación.
Ella asintió mientras se despedía de Lee y ambos salieron del hospital.
- ¿Cómo ha estado? Quizás debería haber pedido que la pusieran en una habitación privada.
- No, no hacía falta. He estado bien. - respondió Hinata feliz de que no lo haya hecho. Sin duda le gustó más estar con Sasuke y Lee que estar sola en un cuarto vacío.
- ¿Y... Mi padre?
- Hiashi sama está ocupándose de unos asuntos familiares con Hanabi sama, por eso me pidió que vaya a recogerla.
- Entiendo... - respondió algo triste.
- No se preocupe, mientras tanto seré yo quien la cuide. - comentó al notarla desanimada.
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Ella le sonrió dulcemente. Tanto Ko como Natsu la habían cuidado desde que tenía memoria. Siempre estaban con ella cuando su padre no podía hacerse cargo y era él quien la llevaba a la escuela cuando era pequeña. Sentía que él era como un segundo padre para ella.
***
Días después, cuando Hinata se encontró mejor y con más fuerzas pudo levantarse de la cama e incluso salir a la calle, por lo que decidió visitar a Lee y llevarle una cesta de fruta.
Hinata se sentó en un pequeño banco al lado de su amigo y ambos estuvieron a hablando durante un tiempo cuando alguien entró en la habitación.
- ¡Na-Naruto kun!
Hinata pegó un salto levantándose de la banqueta en la que estaba sentada. No se esperaba verlo allí.
- ¡Hola cejas pobladas! ¡Oh, Hinata no sabía que estarías aquí! ¿Qué tal, como te encuentras?
