8. Amistad

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Al final, aquel mismo día en la tarde Lee despertó.

- ¿Hinata san? - Dijo Lee aún no del todo consciente.

- Hola... Esto... - Hinata no recordaba su nombre.

- Lee, me llamo Rock Lee. ¡Soy la bestia verde de Konoha! - Dijo con tanta energía que casi al mismo tiempo sintió un dolor fuerte y punzante en la mitad de su cuerpo soltando un pequeño quejido.

- ¿Estás bien, Lee san? - preguntó preocupada al ver cómo arrugaba su cara de dolor.

- Sí, sólo me duele un poco el brazo y la pierna. - respondió intentando aguantar el dolor.

Por suerte, un enfermero llegó para cambiarle las vendas y le entregó una medicina parecida a la de Hinata para el dolor.

- ¿Te sientes mejor? - preguntó ella cuando el enfermero salió de la habitación.

- Sí, bastante mejor. - respondió Lee notando como el dolor disminuía notablemente.

- ¿Cómo...?

- Me tocó luchar contra Gaara. - respondió Lee sabiendo cual era la pregunta.

- Es aquel chico de la calabaza ¿Verdad?

- Sí, me atrapó con su arena y acabé perdiendo... - comentó Lee con cara triste.

- Lo siento... No lo sabía... - respondió Hinata apenada al ver su rostro.

- No hace falta que te disculpes. ¿Y tu? ¿Cómo te encuentras?

Él había visto el combate que había tenido con Neji, su rival número 1 y al que creía de todos ellos el más fuerte.

- A-Ah pues... También mejor, gracias. - Dijo intentando disimular el gran dolor que aún sentía.

- Por cierto, ¿Cuánto tiempo llevamos aquí?

- Mmm... Creo que 3 días.

- ¿¡3 días!? - exclamó Lee atónito. - ¡No puede ser! - Dijo levantándose de la camilla.

- Espera Lee san, aún estas recuperándote de las lesiones. - Dijo Hinata preocupada por el estado de salud en el que se encontraba.

- Debo seguir entrenando. Dije que si perdía el combate haría 1000 flexiones y daría 500 vueltas alrededor.

Lee cogió las muletas que tenía al lado de su cama e intentó levantarse.

Dió apenas 3 pasos y cayó al piso. Hinata fue hacia él preocupada y le ayudó a levantarse como pudo ya que aún seguía sintiendo bastante dolor. Lo llevó a su camilla y ella volvió a la suya. Notó como su pecho se oprimía y con la respiración entre cortada volvió a tomarse otra de las pastillas que le dió la enfermera.

Lee pudo observar el mal estado de Hinata lo que hizo sentirse un poco mal.

- Lo siento, Hinata san. No quería...

- No te preocupes, estoy bien. - respondió Hinata amablemente, aunque ahora Lee sabía que en realidad no lo estaba.

- ¿Sabes? Creo que fuiste muy valiente al enfrentarte a Neji.

- Gracias, Lee san. - respondió Hinata agradecida por aquel cumplido.

- Oye Hinata, ¿Por casualidad a tí te gusta Naruto?

- ¿¡Q-que!? - exclamó avergonzada.

Durante el combate, Lee había visto cómo después de que le animarse Naruto, ella pudo hacerle frente a su primo Neji. Sabía que sentía algo por él.

Byakugan no Hime: La Historia Detrás De La PrincesaWhere stories live. Discover now