49

23 2 4
                                    

Las ocho de la noche en punto, en la mesa del comedor de la Familia K

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Las ocho de la noche en punto, en la mesa del comedor de la Familia K. ya están mi hermana y su prometido sentados, los puedo ver mientras me escondo en el pasillo y ellos todavía no me han visto. Estoy esperando a que vengan más personas.

Samuel también está, sentado al lado izquierdo de la silla donde debe estar sentado "la cabeza de nuestra familia". De otro lado de la mesa, hay otro pasillo y por ahí se viene acercando una mujer hermosa; de cabello rubio, casi plateado; de ojos verdes y cuerpo curvilíneo que se nota gracias a su vestido verde ajustado.

Samuel se levanta de inmediato para abrirle el asiento, a su lado. Le brillan los ojos con el simple hecho de estar junto a ella, eso no ha cambiado nada.

—Gabriela, te ves muy bien hoy —escucho a Samuel.

—No todas las noches viene el señor Marlon a comer con nosotros, amor.

Ellos tienen dos años de casados. Al principio creí que solo fue una boda que impulsó el abuelo para juntar al Grupo K. y Telecomunicaciones T.M., pero genuinamente logré ver que Samuel y ella se llegaron a amar.

Eso era lo que esperaba de Boran y yo, ¿Verdad?

Pues, es hora de que yo me haga presente en el comedor.

Entre más camino, estoy nerviosa, pero no se los voy a mostrar. Pronto estoy en la misma habitación que ellos, todos se me quedan mirando y con razón. Por fin ven mi corte de cabello, incluso corté un poco más de lo largo que ya lo tenía. Mandé a que trajeran nuevos accesorios para mis perforaciones y realmente me gustan.

Estoy usando botas altas, un pantalón negro que me llega a tobillos y está muy ajustado, también una camisa rosa que de los brazos tiene una tela transparente y muestra mi tatuaje claramente, además de que aprendido a maquillarme mejor y mis ojos luce más intensos.

Vale totalmente la pena aguantar un poco el frío que está haciendo esta noche por ver las caras boquiabiertas de todos los presentes.

—¿Aurora? ¿En verdad eres tú? —pregunta Gabriela, asombrada—. Te ves tan...

—¡Genial! ¡Me encanta el estilo! —Por decir eso, Federico recibe un codazo de Alexa, enojada.

—¡Aurora! —Samuel golpea la mesa y se levanta—. ¡Cámbiate esa ropa y quítate esas perforaciones de inmediato!

—No lo haré. —Cruzo los brazos—. ¿Quieres tenerme aquí contra mi voluntad? Bien. Será a mi manera.

—¡Aurora! ¡Te estás portando como una niña pequeña!

—¡Solo estoy haciendo lo que tú no tiene huevos de hacer!

Está claro que ambos no vamos a ceder ante el otro. Les molesta y les asombra verme así. Me gusta.

—Basta con tanto escándalo. —Con tan solo esa voz y esas palabras, toda la confianza que había ganado se esfumó.

Al voltear hacia atrás de mí, ya está aquella presencia que hace a Samuel, Alexa y al resto doblegarse, incluso yo. Es el patriarca de la familia y la principal razón del éxito de Grupo K. desde sus inicios, nuestro abuelo, Marlon K.

El vecino del K-9Where stories live. Discover now