46

25 3 2
                                    

Luego de esa charla, me voy directamente a la casa de Julieta

Oops! Questa immagine non segue le nostre linee guida sui contenuti. Per continuare la pubblicazione, provare a rimuoverlo o caricare un altro.

Luego de esa charla, me voy directamente a la casa de Julieta. Al entrar, me recibe rápidamente Aurora mientras usa un delantal blanco que tiene la cara de un gato.

—¡Buenas, abuelo! —Sonríe—. Estoy preparando la comida con las instrucciones de un libro de Aaron y hace rato que terminé de bañar a los perritos. Jack realmente te extraña.

—¿Dónde está Julieta?

—En la tienda, abajo. Una familia vino y adoptó al collie que traje hace tiempo.

—¿Acaso... no te ibas a quedar con él?

—Quería, pero pensé que sería mejor que una familia amorosa lo cuidara.

Aunque trato de lucir normal, ella se me queda mirando.

—¿Qué pasa? ¿Por qué tienes esa cara? No es el amargado de siempre.

Supongo que debe saberlo.

—Hablé con tu hermano, Aurora.

La expresión alegre pronto se transforma a una angustiada y retrocede unos pasos hacia atrás.

—¿Qué te dijo? —Está temblando.

—Sobre tu condición y que realmente necesitas regresar al hospital.

—¡NO! ¡ME NIEGO! —gritó molesta—. ¡NO VOY A VOLVER A ESE LUGAR! ¡PREFIERO MORIR A SENTIRME UNA PRISIONERA DE NUEVO! —Comienza a llorar.

—Aurora, necesitas el tratamiento —dijo de forma seria.

—No lo entiendes, Renato. —Entrecierra los ojos—. Aunque me digan que prologan mi vida con eso, ¿De qué me sirve si ni siquiera podía salir y disfrutar, aunque sea, la brisa del viento o el calor del sol? Era como estar muerta ahí. Prefiero vivir cada día como si muriera mañana, a volver a eso. —Se cubre la cabeza con ambas manos mientras mueve mucho la cabeza.

Esto es muy difícil. Por un lado, entiendo a Samuel y yo tampoco quiero que muera si se puede hacer algo, pero al verla así de triste y desesperada, me hace pensar en lo mucho que debió sentirse sola y luego traicionada por ese imbécil de su ex prometido. Mierda, ¿Por qué me metí en esto?

—Aurora. —Extiendo mi mano hacia ella—. Quizás, si lo hablamos, podremos...

Antes de que pudiera decir algo, ella se desmaya frente a mí. En un acto reflejo, corro y la sostengo antes de que se cayera al piso y se golpeara la cabeza.

—¡AURORA! ¡AURORA! —grito desesperado.

Pronto tomo su pulso, está muy débil.

. *: ☆ : * .

No sé cómo pude, pero cargué a Aurora y la llevé afuera a la calle principal para tomar un taxi. Julieta me vio salir y me ayudó a pedir transporte. Me dijo que me alcanzaría después, que yo me adelantara. Una vez llegamos a urgencias, perdí un médico gritando como un loco. Pronto se la llevaron en una camilla.

Ahora estoy de rodillas en el piso, viendo como se ha complicado todo por alterarla.

Ahora soy consciente del miedo que me produce perderla, a esa mujer terca y entrometida, pero buena y alegre. Me duele y las lágrimas no paran de caer. Necesito aprender más de su alegría, necesito que ella siga escuchando a Bad Bunny, quiero verla bailar y sonreír y, sobre todo, que... siga siendo ella, un alma libre.

Lo siento, Aurora.

Quería hablar esto y llegar a un acuerdo, pero necesitas esto.

Necesitas a tu verdadera familia.

—Hola, soy yo de nuevo. —Digo después de marcar último teléfono registrado. —Tu hermana se puso mal y estamos en el hospital. Llévala y haz que viva, pero promete que esta vez será una verdadera familia para ella.

 Llévala y haz que viva, pero promete que esta vez será una verdadera familia para ella

Oops! Questa immagine non segue le nostre linee guida sui contenuti. Per continuare la pubblicazione, provare a rimuoverlo o caricare un altro.
El vecino del K-9Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora