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De inmediato, salgo corriendo por la calle

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De inmediato, salgo corriendo por la calle. La lluvia es bastante ligera, aun así, me está empapando, aunque es la menor de mis preocupaciones ahora. Mis pies ya no siguen mis ordenes, solo siguen y siguen. Mi corazón está demasiado agitado y ansioso por llegar con ella. ¿Hace cuanto que no me sentía tan... agitado por hacer algo?

Finalmente, llego a la calle y luego frente a la puerta de la veterinaria. Ahí me detengo y me quedo mirando un poco antes de entrar. Aunque el temblor en mis manos se hace presente, trato de mantenerme firme y abro la puerta para entrar rápidamente.

No hay nadie en el mostrador y la puerta del consultorio está abierta. ¿Será buena idea cruzar el limite y buscarla? No lo creo. Seguramente debe estar enojada conmigo.

—¡Julieta! —me limito a gritarle y moverme por toda la tienda—. ¡Julieta! ¿Podemos hablar?

No recibo respuesta alguna. Intento con gritar su nombre desesperadamente un par de veces más. Nada.

Tal vez... ya sea tarde.

Debería irme.

—Renato —escucho mi nombre un poco antes de cruzar la puerta hacia la calle—. ¿Qué haces aquí?

Giro y me encuentro a Julieta saliendo de la puerta que lleva al patio principal, en seguida se escucha los ladridos de emoción de Jack. La expresión de Julieta me es un poco difícil de saber, ¿Sorpresa? ¿Rechazo? ¿Dolor? De pronto, se quita un par de audífonos pequeños de ambas orejas. Al parecer, tiene el volumen alto.

—Pensé que no me querías responder.

—No, estaba alimentando a los pequeños al otro lado donde están sus casitas y escuchaba a Rammstein.

—Entonces... ¿No estás enojada conmigo?

Inclina un poco su cabeza.

—¿Por qué debería estarlo?

—Por... lo ocurrido hace rato, ¿No?

Mierda, que silencio incómodo mientras estamos un frente al otro.

—Pues no lo estoy —dice de la manera más tranquila posible— y no entiendo el por qué debería estarlo. Tú tienes tus razones para rechazarme y eso lo entien...

—¡PERO ESO NO ES LO QUE QUIERO! —grito y la interrumpo.

Ella me mira atentamente mientras yo esto agitado y nervioso. Respiro los más hondo que puedo para clamarme, pero mis esfuerzos son demasiado inútiles. Bajo la mirada al suelo, tratando de recomponerme; sin embargo, pronto siento como una mano toma delicadamente la mía y cuando volteo, me encuentro con sus penetrantes ojos marrones. Es tan hermosa que no puedo dejar de mirarla.

—Ven, vamos a que tomes un poco de agua.

Luego de cerrar la tienda y justo al lado, hay una puerta que al abrir hay unas escaleras. Al subirlas, llegamos al segundo piso, arriba de la tienda y el consultorio, que es el departamento de Julieta. Cabe decir que también hay unas escaleras que van desde el patio hasta el departamento, pero utiliza estás al abrir y cerrar la tienda- Al haber ya caído la noche, de inmediato enciende las luces.

El vecino del K-9Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang