CAPITULO 25

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—Tengo que irme, no puedo perder el vuelo —dije, mire a Félix una vez más y camine hacia mi madre, ella me sonrió de una manera tan dulce que me daba un poco de felicidad entre toda mi tristeza.

—Cariño ¿qué es lo que te hace feliz? — me pregunto mi madre y yo la mire sin entender a qué venía su pregunta, al no obtener respuesta de mi parte mi madre prosiguió —¿estar en Paris te hace feliz? — me pregunto.

—Claro que me hace feliz, están Bri, Adrien y Félix, está la escuela a la que me gusta ir, estar en París me hace feliz —dije secándome las lágrimas de las mejillas.

—Tu padre y yo sabíamos que te enamorarías de París, hace unos días le ofrecieron a tu padre una casa cerca del centro de París, él dijo que lo pensaría, pero tendré que llamarlo y decirle que tendremos que comprarla —dijo mi madre, yo no podía creerme lo que acababa de escuchar.

—¿Estás diciendo que...—

—Si Mitchie puedes quedarte en París —dijo mi madre y yo sin pensarlo corrí a los brazos de Félix, él me correspondió el abrazo levantándome del piso, yo me colgué de él como un koala, cuando puse mis pies en el piso nuevamente, se nos unieron Bri y Adrien —necesito que seas el triple de responsable de lo que ya eres, nosotros nos encargaremos de la escuela y de la mayoría de los gastos mientras tu estes estudiando, pero tendrás que conseguir un empleo de medio tiempo para ayudar, y no quiero que descuides la escuela —dijo mi madre y yo asentí con la cabeza.

—Te prometo que no tendrás queja alguna, encontraré un trabajo, seré responsable con la escuela y mantendré la casa impecable —dije.

—En el estudio de baile del centro están contratando a alguien para ser instructor de los niños más pequeños —dijo Adrien.

—Empezaré aplicando en ese lugar — dije.

—Está bien, confío en ti hija, promete llamarme siempre —pidió mi madre.

—Te lo prometo —dije, ella me abrazó y me dio un beso en la frente

—Te quiero mucho hija —dijo ella.

—Yo te quiero más —dije

—Tendré que posponer mi vuelo por hoy para arreglar todo lo de la propiedad, ¿porque no llaman un taxi en lo que yo cancelo mi vuelo y lo reprogramó para mañana? — dijo mi madre.

—No se preocupe señora Hemmins, yo vine en mi auto, podemos ir a algún café para poder arreglar todo— dijo Félix.

— Me parece fantástico, ustedes espérenme aquí ya vuelvo — dijo mi madre y se dio la vuelta para arreglar lo del vuelo, yo corrí detrás de ella y la abracé una vez más.

—Gracias —dije.

—Yo haría lo que fuera por mis tres bebes, aunque eso signifique dejar que estudies y vivas en otro país lejos de mí, solo quiero verte feliz y aquí esta tu felicidad, al lado de tus amigos y al lado de Félix — dijo ella, yo le sonreí y regrese con mis amigos, ellos me miraron por un segundo y luego Félix se acercó a mí rápidamente y me beso tomándome de las mejillas.

—No vuelvas a ocultarme algo así jamás —pidió Félix una vez que nos separamos, yo le sonreí aun con lágrimas en los ojos.

—Creí que no tenía otra opción —dije.

—Somos una familia, siempre habrá otra opción —dijo Bri, yo les sonreí y nos unimos en un tierno abrazo de grupo.

—Creo que esto te pertenece Gatita —dijo Félix enseñándome el collar en su mano, yo sonreí él me puso el collar y al instante sentí como Kitty me abrazaba por los hombros desde atrás de mi recargando su cabeza en mi hombro, la calma regresó por completo a mí, estábamos juntas otra vez, dejé escapar un suspiro.

Golpe de suerte. [Felix Agreste] Miraculous LadybugWhere stories live. Discover now