Capituló 7

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Yo ya me encontraba colocando todo para la sesión de fotos, esa vez tenía que estar sola con Félix durante un rato pero no me molestaba realmente.

–Disculpa la tardanza— se disculpó el rubio.

—No te preocupes– contesté.

—Y bien ¿qué haremos hoy señorita fotógrafa?— pregunto.

—Tu padre quiere algo más ¿Orgánico? no se como explicarlo pero sé cómo hacerlo así que no te preocupes– le sonreí.

—Confío en ti querida— dijo él. Nos pusimos en acción y como de costumbre la cámara adoraba a Félix, pero nunca sonrió, mantuvo su semblante serio, pero agradable.

—Mmm Algo falta— dije.

—¿Qué cosa?- preguntó él.

–Crees que ¿Podrías sonreír un poco? —

— No me gusta fingir sonrisas, se ven falsas—dijo él.

– Oh, ya veo– dije.

– Quizá tú podrías ayudarme a sonreír realmente— dijo él.

—¿Me estás coqueteando? —pregunte.

— Quizá solo me gusta hacer que te sonrojes— dijo Félix con una ligera sonrisa en el rostro, yo no desaproveche la oportunidad y le tomé una foto.

— Vez, no es tan difícil sonreír, no como tú piensas —dije

— Es sencillo cuando tú estás cerca —dijo el

— Hoy te la pasarás coqueteando ¿verdad?— pregunté, él asintió con la cabeza, yo negué con la cabeza y seguimos con la sesión

— ¿Quieres ir por un café? —me preguntó.

— ¿Me estás invitando a salir?— pregunté en respuesta.

— Es de mala educación responder una pregunta con otra pregunta — dijo él.

— Lo siento, olvidé que eres la persona más educada que conozco —dije.

— Entonces ¿vamos?— estaba a punto de responderle cuando Nataline me interrumpió

— ¿Ya ha terminado señorita Hemins?— pregunto a Nathalie

—Claro ahora mismo iré a entregarle las fotos al señor Agreste— dije y fui a la oficina del padre de los hermanos Agreste, a él pareció agradarle mi trabajo y después ya podía irme, de camino a la salida Félix me tomo de la mano delicadamente, lo miré y le sonreí.

— ¿Pensabas irte sin contestarme preciosa?— preguntó.

—Claro que no Pero no te había encontrado— dije.

— Estaba esperando donde me dejaste– dijo Félix.

— Lo olvidé— dije un poco apenada, él sonrió, yo suspire y le regrese la sonrisa —está bien pero tienes que saber que prefiero el té—

– Fantástico—dijo y casi me arrastró hacia una cafetería muy linda por cierto. Pidió un café para él y un té para mí, estábamos sentados en la terraza, en silencio siempre me ha sido difícil empezar conversaciones pero con Félix a veces es aún más difícil.

– Hoy es un día hermoso— dije intentando iniciar una conversación.

— No más que tu Mitchie— dijo él como si nada antes de tomar un sorbo de su café.

– Tienes todo el día coqueteando y diciendo cosas lindas sobre mí— dije.

— Es lo que hay que decirle a una mujer tan hermosa como tu, ademas cuando te sonrojas te ves aun mas hermosa, siempre tienes que saber lo especial que eres- dijo él, yo me sonroje.

Golpe de suerte. [Felix Agreste] Miraculous LadybugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora