Después de dos siglos, John Van Vonter regresa a su pueblo natal para cumplir con una importante misión. Junto a sus amigos se embarca en la búsqueda de un tesoro que podría cambiar el destino del mundo humano y el de las "bestias"; así como vencer...
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El tanque comandado por Wallace con el apoyo de Morani West se encontraba frente a la puerta principal del castillo. Con los disparos de misiles derribaron la puerta de hierro. Sin embargo, el rey Golem apareció levitando entre la nube de polvo. Alzó sus manos y frente a él se dibujó un círculo mágico que hizo erigir tres gigantes formados de tierra y escombros. En seguida, el Lunar cruzó sus brazos logrando que se formaran varios tornados en medio del campo de batalla. Todos, incluyendo el bando enemigo, se vieron afectados por el fenómeno. Uno de los gigantes dirigió un fuerte golpe hacia el tanque. Y con los nervios al borde, West disparó destruyendo el brazo completo del gigante.
Wallace felicitó a West por su pequeño logro, pero su alegría se esfumó rápido. Golem levantó un pilar gigantesco que los elevó muchos metros en el aire para luego caer a toda velocidad. Cuando creyeron que su fin había llegado, el tanque se detuvo como si fuese sostenido, lo cual causó enojo en Golem. Su salvador era Viljem y con ayuda de su magia colocó el tanque en el suelo, donde aprovecharon para entrar al castillo.
—¿Sorprendido, Golem? —preguntó Viljem con una sonrisa desafiante—. Yo seré tu oponente.
— Si eso quieres—le respondió Golem disparándole rocas filosas.
Viljem saltó hacia atrás. Giró a la derecha y luego a la izquierda para esquivar las rocas. Golem no se detenía, luego saltó para tirarle otras desde las alturas. Viljem encantó su bastón y lo giró para desviarlas, logrando que una rozara la mejilla al vampiro.
De nuevo, Golem levantó pilares de tierra en los que el anciano fue saltando de uno en uno sin recibir daño de las trampas. Al llegar al último pilar, Viljem se montó en su bastón y voló hacia el vampiro. Una vez cerca, Viljem se transformó en su forma híbrida, cubriendo sus brazos de un pelaje blanco con motas negras. Luego saltó hacia él y realizó un corte en equis.
En primera instancia, parecía que el ataque no había funcionado. Golem se reía como un desquiciado ante el fracaso del anciano. Sin embargo, solo bastaron unos diez segundos para que el Lunar de tierra experimentara un ardor en su pecho, que posteriormente explotó liberando mucha sangre y dejándole un hueco.
—Maldita sea, no puedo perder de nuevo y menos contra un anciano como tú— dijo con dificultad para respirar. Se incorporó de nuevo sin importarle su hemorragia y se lanzó hacia el anciano con su mano extendida—. ¡Muere!
Viljem activó un escudo por medio de su bastón, mientras que Golem se desvaneció de su vista. Dio vueltas muchas veces y no lo encontró. De repente sintió como lo sujetaron desde la cabeza y lo estrellaron en el piso dos veces. Viljem trató de zafarse, aunque no lo consiguió debido a que Golem lo mantenía presionado con su pie.
—Supongo que el ganador soy yo—expresó el tirano riendo descontroladamente—. Eres un anciano patético, ¿en qué momento se te ocurrió pel....?
—Lamento decirte que la pelea no ha terminado—interrumpió Ixchel, quien con sus dagas había realizado cortes en los pies del lunar.
Todo había pasado tan rápido que Golem no pudo reaccionar. Ixchel ayudó a levantar a su viejo amigo y sintió alivio al ver que no mostraba daños mayores por los golpes. Sin duda, el licántropo era un guerrero determinado y con mucha experiencia.
