The Flower Boy ━━━━━．Minsung

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— ¡¿Te invitaron?! — Jeong-in pegó un grito agudo — A mi también, al menos no estaré solo.

Zarandeó al otro chico, despeinándole las hebras rubias.

— La pregunta es ¿quien te invitó? — cuestionó Jisung, zafándose del agarre en el que lo tenía Jeong-in.

— Seungmin lo hizo

— ¡¿Seungmin?! ¿Ya ha vuelto? — chilló.

Jisung recordaba que él, Minho y Seungmin eran los mejores amigos, pero este tuvo que irse a otro país debido a estudios. Lo que quedaba de su amistad eran solo recuerdos vagos y promesas sin sentido.

— Al parecer... ¿a ti quien te invitó?

— Ehm... Woo... Woojin, si, ese. La garrapata de Minho

— Déjalos. Seguro y Minho esta flechadísimo por él — Jeong-in se encogió de hombros. A Jisung le hirvió la sangre y no supo el porqué.

— Bueno, entonces si esos dos estarán en la fiesta, no iré yo. No quiero encontrar ninguna escenita, ni escuchar sonidos raros...

— Jisung, niño, ¿sabes cuánto me importa la vida de esos dos? Si tú no vas entonces yo tampoco iré, así que más bien ya cállate porque si vamos a ir.

— Si, señor.

♡๑✧ ～ ✧๑♡

Y de repente, Jisung ya se encontraba arreglando su cabello rubio hacia atrás. Jeong-in lo esperaba escondido detrás del árbol de su casa.

Bajó por la ventana de su habitación con cautela, para que su padre no se diera cuenta, y fue a encontrarse con su mejor amigo.

Jeong-in llevaba un suéter a rayas, con pantalones cortos de un azul claro, ya desteñido. Por el otro lado Jisung llevaba una camisa blanca, unos jeans ajustados y una chaqueta del mismo material.

— Te ves muy bien — dijo Jeong-in, subiendo y bajando sus cejas. Jisung no pudo evitar sonrojarse.

— Tú te ves mucho mejor que yo, no digas eso — pronunció el otro, guiñandole el ojo —. Vamos, que llegamos tarde.

La casa de la fiesta no estaba lejos, así que prefirieron ir a pie.
Ya frente a esta, extrañamente no se escuchaba ni un solo ruido de música o personas. Sin embargo, cuando les abrieron la puerta ambos se llevaron un buen susto. La canción que soñaba llegó a sus oídos en cuestión de milisegundos, más varias voces.

Personas en todo los rincones de la casa. Personas bailando en la sala de visitas, otras tomando de la reserva de licores que tenían en un armario de la casa, y algunas otras en los rincones más oscuros comiéndose la boca con desconocidos.

La ansiedad atacó a Jisung.

Cuando se fijó, Jeong-in ya no estaba a su lado. No había siquiera rastro de él, así que decidió ir a buscar un poco de ponche.

Lo que Jisung no sabía, era que ese ponche tenía una botella y media de ron, y menos sabía de lo ebrio que él acabaría.

Lo que acabaría haciendo.

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