El bien mayor es una gran mentira (Terminada)

Capítulo 18 parte 1

¡¡¡¡¡Advertencias en el capítulo!!!!!

Aviso de violencia,tortura y de escenas sexuales.

Severus levantó el rostro de Hermione hacia el suyo y con ternura depositó un beso en sus labios carnosos. "He estado preparando cerveza todo el día, ¿te duchas conmigo?" ronroneó contra sus labios.

Los ojos azules de Hermione brillaron con deseo mientras apretaba sus piernas alrededor de sus estrechas caderas, juntando sus tobillos. La idea de ver a Severus en toda su gloria desnuda hizo que el calor en su centro se intensificara. "Sí", exhaló en un susurro ronco.

Severus le sonrió besando sus labios una vez más antes de llevarla al baño, sus manos amasando la carne flexible de su trasero todo el tiempo.

Su polla tembló cuando aflojó su agarre sobre ella dejándola deslizarse por su cuerpo. Merlín, ella era hermosa con su cabello revuelto por el sueño, sus ojos entrecerrados mirándolo con tal deseo lascivo.

Los nudillos de Severus rozaron su mejilla ligeramente mientras se dirigía a los botones de su camisa. Sus ojos se encontraron con los de ella mientras se tomaba su tiempo para desabrochar cada uno de ellos con deliberada lentitud. Sus dedos acariciaban provocativamente la carne revelada.

Las manos de Hermione temblaron levemente cuando levantó la suya, acariciando su pecho con las palmas antes de alcanzar el botón superior de su levita. Hizo un sonido de impaciencia cuando sus pequeños dedos lucharon por soltarlos lo suficientemente rápido para su gusto.

Severus habiendo ya completado su tarea le dio una mirada suave agarrando sus muñecas en sus manos. "¿Si me permites?"

Sacó su varita de su manga y la agitó por el frente de su levita, los botones se soltaron inmediatamente.

Hermione levantó una ceja, una sonrisa luchando contra sus labios, "Ahora, eso no es justo, en absoluto". ella resopló burlonamente, levantando sus manos para quitarle el abrigo de los hombros.

Una vez completamente desnudos y parados uno frente al otro, Severus tomó la mano de Hermione besando su palma y llevándola a la gran ducha. Abriendo el agua, tiró de ella hacia sus brazos dejando que el agua encantada golpeara su espalda e inclinó su boca sobre la de ella para reclamarla en un profundo beso.

Hermione se presionó contra él, llevándolo hacia atrás hasta un banco de ducha empotrado y rompiendo el beso, dijo con voz áspera: "Siéntate, quiero cuidar de ti".

Los ojos de Severus la observaron acaloradamente mientras juntaba champú y jabón para lavarlo. Su orden de sentarse hizo que su deseo por ella se disparara. Él haría cualquier cosa que ella le pidiera que hiciera en este momento, o en cualquier momento en realidad, siempre y cuando ella se alzara sobre él mojada y desnuda.

Sus ojos recorrieron sus exuberantes curvas. Tuvo que trabajar activamente para no inclinarse hacia adelante y succionar sus pezones empedrados, parecían tan ansiosos por su boca. Cambiando ligeramente de posición, abrió más las piernas agarrando sus caderas y acercándola más para facilitar el acceso. Pero, ¿era para su beneficio o para el de ella?  

Los dedos ágiles rasparon contra su cuero cabelludo, lo que provocó que dejara escapar un gemido bajo de placer, escalofríos recorriendo su columna vertebral. Nunca antes había dejado que una amante se duchara con él, y mucho menos que le lavara el pelo. Este momento era uno que atesoraría con ella para siempre.