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Jiyu estaba algo mareada, el cansancio le consumió por completo al despedirse del último invitado.

Somi se había ido con Félix, él propuso alcanzarla a su casa y así fue. Le aviso rápidamente que se iría con él, mañana hablarían de lo que sucedió.

¿Sucedió algo? ¿Por qué no se enteró? ¿Cómo así?

Su hermana dormía hace horas, desde las once aproximadamente. Eran casi las seis de la mañana y las mucamas estaban limpiando el lugar, Donghyuck terminó de beber aquel poco de alcohol que había en el vaso y suspiró, estirando sus brazos.

En algún momento de la fiesta, su saco desapareció y anduvo con aquella camisa todo el tiempo. Misma camisa que estaba algo abierta y con una mancha de vino tinto en el cuello. ¿En que momento pasó eso?

Jiyu sentia sus pies quemar. Odiaba estar tanto tiempo parada y más aún bailando como Donghyuck quiso hacer toda la noche. ¿Cómo podía tener tanta energía?

---- princesa, vamos. - extendió su mano, sonriendo con sueño - estoy fusilado.

---- te odio.

---- sabes que no es así.

Prestándole prendas para que pudiese dormir, Jiyu se cambió y cayó en la cama, sin rezongar cuando el príncipe rodeó su cintura por detrás y le abrazó con algo de fuerza.

---- gracias por acompañarme.

Dejó un pequeño beso en su hombro, no sabiendo con certeza si estaba o no despierta aún.

Jiyu se removió entre sus brazos cuando la reparación de Donghyuck hacia cosquillas en su cuerpo, pero volvió a dormirse segundos después.

Mucamas y mayordomos se dedicaban a limpiar el salón, tirar la basura y dejar todo como nuevo para el desayuno, aunque no sabían cuándo sería.

El castillo era completo silencio, solo se oían los zapatos de charol que vestían las mujeres y la suave charla entre los trabajadores del lugar. El resto era paz y somnolencia.

Acomodaron los regalos en una esquina del salón, volviendo las mesas y sillas a su lugar habitual.

***

Eran las dos de la tarde cuando Jiyu despertó sobresaltada. Logró oír un ruido bastante fuerte y eso fue suficiente para abrir los ojos e intentar salir del cuarto.

---- quédate quieta.

Donghyuck habló a sus espaldas, gruñendo como oso despertando de hibernar. No soltó su agarre, al contrario, pasó sus piernas sobre las de ella para inmovilizarla.

---- fue solo una fuente, vuelve a dormir.

Habían consumido alcohol, el suficiente como para no olvidar nada pero si dejar aquella resaca. Resaca que era nueva para ambos.

---- quiero comida. - balbuceó intentando girar para verlo de frente - quiero comida.

---- pues te quedas con hambre. - respondió en el mismo tono, cerrando sus ojos para continuar durmiendo - porque tengo sueño.

---- no me pagan por esto.

---- si te pago por esto.

---- entonces, ¿Le pagas a tu novia?

Error.

Los ojos marrones de Donghyuck de abrieron rápidamente, alzando una de sus cejas y sin perder en tiempo en burlarse.

my sun kissed prince Where stories live. Discover now